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Concesionarios y talleres

Principales diferencias entre los distintos cristales de los coches

Conocer los diferentes tipos de cristales que pueden equipar los vehículos es el primer paso para elegir un servicio de mantenimiento y reparación que evite ocasionar problemas más graves.

Archivo. Un operario repara un parabrisas.

Son múltiples las similitudes entre los distintos cristales de un automóvil, por ejemplo y principalmente su función más básica:  proteger a los integrantes del vehículo de los objetos y fenómenos del exterior, como piedras, lluvia, aire o, incluso, animales.

Por eso es sumamente importante cuidar todos y cada uno de ellos y arreglar o cambiar el parabrisas que pueda dañarse siempre que sea necesario, para evitar riesgos mayores.

¿Qué función cumplen los cristales de un vehículo?

Tal como se comentaba, la función principal de los distintos vidrios de un coche es la de proteger de cualquier elemento externo, pero no es la única. También garantizan una correcta visibilidad de la calzada, para conseguir que la conducción sea lo más cómoda y eficiente posible, y forman una parte importante de la estructura del vehículo en cuestión.

Además, la luneta trasera cuenta con una función añadida, gracias a las líneas horizontales de las que dispone, compuestas por finos filamentos con una mínima corriente eléctrica, que consiste en eliminar la condensación y el vapor acumulado y que, en ocasiones, puede llegar a dificultar la visibilidad.

Respecto a los cristales laterales, además de las funciones ya mencionadas, operan como ventanillas, pudiendo ventilar el vehículo a través de su apertura.

¿De qué material están hechos los diferentes parabrisas?

Dependiendo de la ubicación del cristal, ya sea el parabrisas delantero, las ventanillas laterales o la luneta trasera, existen múltiples opciones en cuanto a materiales y fabricación, con el fin de que cada uno de ellos cumpla sus funciones específicas.

De este modo, se pueden distinguir seis tipos de lunas diferentes:

  • Luna atérmica: es aquella destinada a disminuir los posibles deslumbramientos ocasionados por factores externos. Esto se consigue a través de la coloración con óxidos metálicos de los cristales, los cuales se disuelven en masa de vidrio para su posterior fabricación por colada y laminado por placas.
  • Luna calefactada: también conocidas como lunas térmicas, son aquellas mencionadas anteriormente, que cuentan con un circuito eléctrico de calefacción para eliminar la condensación y el hielo. Aunque son más comunes en lunetas traseras, hay ocasiones en las que se pueden ver estos cristales en el parabrisas frontal.
  • Luna electrocrómica: son un tipo de cristal capaz de oscurecerse y aclararse en función de la exposición de los rayos solares sobre el mismo.
  • Luna laminada: su composición es más compleja, ya que está formada por una capa exterior de vidrio, seguida de una capa intermedia de plástico, conocido como PVB, para finalizar por una última capa interior de vidrio. Se trata de un tipo de cristal más flexible, cuya finalidad es evitar una rotura total al recibir un impacto, puesto que tan solo se agrieta, lo que hace posible su arreglo sin necesidad de sustitución completa.
  • Luna templada: se trata de un tipo de parabrisas fabricado con una única capa de vidrio de más o menos cinco milímetros de grosor, la cual está endurecida a través de un tratamiento térmico, lo que la convierte en una gran opción frente a impactos. Se suele utilizar para las ventanillas laterales y la luneta trasera, ya que en caso de ser golpeado se rompe en muchos pedazos de menor tamaño.
  • Luna tintada: son aquellas que se han sometido a un tratamiento de tintado con la finalidad de absorber más cantidad de energía solar y, por ende, disminuir el calor del interior del vehículo. Se utiliza en ventanillas laterales traseras y en la luneta trasera únicamente y para estar homologados deben cumplir la normativa 2001/92/CEE.

En función del daño que pueda sufrir cada uno de los cristales se debe valorar si se precisa de una reparación o de una sustitución completa. En el caso de las ventanillas laterales y la luneta, la opción siempre es la sustitución, mientras que el parabrisas delantero puede ser reparado en los siguientes casos:

  • Cuando el tamaño de la rotura es inferior a una moneda de dos euros.
  • Cuando esté fuera del ángulo de visión del conductor.

Lo principal es garantizar siempre la perfecta visibilidad del conductor y la protección de todos los pasajeros, para evitar cualquier otro tipo de riesgo que pueda aparecer.

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