La Unión Europea ha previsto un fondo social para facilitar la transición a la descarbonización de la población del Viejo Continente. En su paquete de medidas Fit for 55, cuyo objetivo es alcanzar para 2030 una reducción del 55% en los niveles de CO2 (en comparación con las cifras de 1990), presentaron la creación de reservas de 72.000 millones de euros para este fin, que tendrían que ser igualadas por los estados miembros, haciendo que el total ascienda a 144.000 millones
Sin embargo, el gabinete de Ursula von der Leyen es consciente de que esta transición no afectará exclusivamente a los ciudadanos europeos -en lo que respecta a la automoción, de hecho, estiman que a mayores límites en los gases de efecto invernadero se producirá más ahorro para el comprador a lo largo de la vida útil de los vehículos-, sino que los fabricantes «tendrán que acarrear inversiones adicionales a las necesarias para los umbrales de dióxido de carbono actuales».
Los cálculos de Bruselas varían en función de cuatro escenarios que aluden a...
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