Después de que el 11 de julio entrase en vigor la tan ansiada rebaja del Impuesto de Matriculación, solicitada hasta la saciedad por fabricantes y vendedores, lo esperado en el mercado automovilístico era una reacción adecuada al hito. Sin embargo, el efecto de la relajación fiscal únicamente duró dos días: el 12 —se compraron 5.376 coches, un 47,6% más— y el 13 —5.275 unidades, +22,45%—.
Más allá del primer empellón de las operaciones, el mes no ha reaccionado excesivamente, pues según los datos de Urban Science para La Tribuna de Automoción, cerró con 85.546 siluetas, lo que supone una caída del 29,79%.
Un descenso que también podría haberse paliado con el auge de los rent a car gracias a la época estival, pues este canal crece un 14,9%; pero el tirón hacia debajo de particulares —-43,05%— y empresas —-26,11%— negó la remontada. También es necesario destacar que la parte de las automatriculaciones se reduce hasta un 57,58%, debido en gran parte a la falta de automóviles en las concesiones por la falta de chips.
Por mecánicas, los híbridos enchufables se llevan el mayor premio, con un +68,5%, acaparando 4.041 registros, mientras que los eléctricos puros suben un ligero 4,3%, con 1.561 coches, según Ganvam y Aedive. Los de gas, al contrario, siguen cayendo, y firman en julio un -39,7%. Un dato negativo que solo superan los diésel, con un descenso del 43,66%, casi el doble que los gasolina, que “solo” ceden un 26,83%.
En cuanto al ranking por marcas, Seat sigue agarrando el trono con puño de hierro, con 8.076 operaciones. Le siguen en el podio Volkswagen con 6.860 y Kia con 6.457; y la falta de semiconductores hace que Peugeot, que lucha con la española por el liderato en el acumulado, caiga a la quinta plaza, con 6.104 ventas.
