La Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles, AMDA, ha denunciado hoy, tras la celebración de su Junta Directiva, el modo en el que se han cancelado los contratos de la red de Stellantis (Peugeot, Citroën, DS, Opel, Fiat, Alfa Romeo, Jeep y Abarth), la cual ya ha empezado a recibir las cartas de resolución. En su valoración de los hechos, ha destacado la improcedencia de adoptar esta misma decisión con los servicios de posventa oficiales, pues no atiende a cuestiones cualitativas sino cuantitativas.
“En todos los casos se trata de redes selectivas cualitativas. Si los talleres cumplen con los estándares, no pueden ver resuelto su contrato por exigencia de las normas sobre competencia”, explica en un comunicado. Y es que, según han apuntado fuentes de AMDA a La Tribuna de Automoción, el reconocimiento como servicio autorizado de un reparador ha sido siempre en base al cumplimiento de unos estándares establecidos por el fabricante, lo que, en la práctica, supone la libertad de cualquier interesado de constituirse como punto de posventa de este solo por alcanzar esos mínimos, e inciden en que nunca se han puesto limitaciones a la presencia de establecimientos similares en una zona geográfica concreta.
Por tanto, consideran que “no hay argumentos para esta cancelación y no han explicado los motivos para poner fin a tantos negocios”.
Sin capacidad de negociación
Asimismo, la asociación madrileña muestra su rechazo a la decisión de Stellantis de finalizar los contratos con sus vendedores, pues considera que “los distribuidores nunca han sido una carga económica para los fabricantes” y que “su capacidad financiera procede de sus propias inversiones y de los beneficios que obtienen del mercado, un punto que ha quedado muy mermado en los últimos tiempos por el devenir de las ventas”.
Además, entiende que “no todos los concesionarios deberían ser objeto de esta resolución”. A su juicio, podría ser aceptable el cese de “aquellos vendedores que no cumplen con sus obligaciones o los que, por motivos objetivos, no tengan cabida en la nueva red. Pero se ha generalizado esta cancelación que consideramos injusta”, sentencia.
Con esta acción, la organización apunta que muchos empresarios se han quedado sin la capacidad de negociar el traspaso de su establecimiento ya que los posibles interesados saben que, en dos años, podrán conseguir ese puesto de forma gratuita una vez se haya resuelto la relación con Stellantis de la concesión saliente.
Finalmente, desde AMDA recuerdan que los contratos de Opel se pusieron en marcha hace solo un año, después de que GM vendiera la firma alemana al Grupo PSA, por lo que la red tiene volver a superar el trance del reajuste de su presencia en España y de la negociación con el fabricante de la nueva vinculación.