Desde la planta de Renault en Novo Mesto (Eslovenia), llega el Twingo, un modelo nacido para la ciudad que, en el restyling de su tercera edición, lanzada en 2014, adopta el motor cero emisiones, más propicio para este entorno. De hecho, en nuestro mercado solo se venderá 100% eléctrico.
Esto se debe, según su director de Comunicación, Jesús Presa, a que España no es uno de los países importantes para el pequeño utilitario, ya que en Francia, Alemania e Italia —entre los tres suman el 90% del volumen— sí se seguirá comercializando con motor de combustión.
En cualquier caso, su silueta no debe dar lugar a equívocos, puesto que con 190 kilómetros de autonomía, según el sistema de homologación WLTP (si todo el recorrido es en ciudad, logra los 270), también puede servir para pequeñas escapadas.
Algo a lo que también ayuda el hecho de que su batería de 22 kWh, que se venderá con el coche y tendrá una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros, se llena solo en una hora y media en un cargador de 22 kW, que todavía son los más habituales. Un periodo que se alarga a cuatro horas, a 7,4 kW; a ocho en uno de 3,7 y a 15 en un enchufe convencional de 2,4.
Lo cierto es que la autonomía va a depender mucho de la conducción y también del uso que se le dé a la posición B de recuperación de la frenada, que ha evolucionado y ahora tiene tres posibilidades. La B1 sería como una sexta marcha; la B2, la equivalente a la B anterior y la B3 que es similar al one pedal y que es perfecta, por ejemplo, para descensos pronunciados.
Por su parte, el grupo motopropulsor R80 de 81 CV se desenvuelve perfectamente dentro y fuera de la urbe, donde responde con presteza, alcanzando los 50 km/h en 4,2 segundos y una velocidad máxima de 135 km/h.
Bien equipado de serie
En cuanto a los niveles de equipamiento, se oferta con el acabado Zen, desde 20.915 euros —a los que hay que restar las ayudas del Moves, en función de su disponibilidad—, y la serie limitada Vibes, desde 21.870. Si bien de serie viene con detalles como el climatizador automático, Easy Link conectado con pantalla táctil de siete pulgadas, alerta de salida de carril, cámara trasera, ayuda de arranque en pendiente y con la butaca del copiloto abatible completamente, lo que permite cuestiones tan impensables para un coche de este tamaño como poder transportar un mueble de 230 cm de largo. Con los asientos en su sitio el volumen del maletero es de 240 litros, y puede alcanzar los 980.
Lo cierto es que, a pesar de sus reducidas dimensiones (solo mide 3,6 metros) el habitáculo no es menor, gracias a que las ruedas se sitúan en los extremos —algo a lo que ayuda que el motor vaya situado debajo del maletero y en el vano delantero solo lleve el sistema de refrigeración de la batería—, lo que le confiere un radio de giro perfecto para calles estrechas.
A pesar de no poder elegir otra motorización que no sea la eléctrica, este coche, que llegará en febrero a los concesionarios (no se venderá online porque Renault considera indispensables a sus concesionarios), aunque desde el 19 de noviembre se abrieron las reservas, es muy personalizable.
Se oferta con nueve colores, así como diferentes packs interiores. Además, se le puede añadir un techo de tela retráctil por 735,54 euros, que le confieren un aire aún más divertido a un coche que ha cumplido 28 años desde que vio la luz en 1992 y del que se han vendido 3,75 millones de unidades en 25 países, entre los que se encuentra, por ejemplo, Japón.