La huella del coronavirus en los resultados del primer semestre ha abierto el camino para que Mercedes-Benz redefina su estrategia para el próximo lustro, en el que intensificarán los recortes anunciados a finales de 2019, se reforzará la electrificación y se dará un impulso a las submarcas. Todo ello, manteniendo en el punto de mira un objetivo principal: la rentabilidad, para alcanzar, al menos, unos niveles de entre el 6% y el 8% para 2025. Esta proyección, según explicó el CEO de la compañía, Ola Källenius, en el evento en el que se detallaron los nuevos planes, se daría en el caso de que el contexto de la industria fuera adverso. No obstante, en un entorno favorable, el porcentaje podría alcanzar el doble dígito para ese mismo ejercicio.
Lo que se aplicará, independientemente de las circunstancias del sector, será un recorte del 20% tanto en los costes fijos como en la inversión en bienes de equipo y en Investigación y Desarrollo, en comparación con los números registrados en 2019. «Nuestro punto de equilibrio es muy alto, lo que nos deja expuestos, sin la suficiente resiliencia; por eso, pasamos a la acción», ha reconocido el jefe de Finanzas de Daimler, Harald Wilhelm, quien también recordó que…
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