Los efectos de la crisis de la Covid-19 aún no han terminado. Y es que si, debido a los rebrotes, la epidemia aún da coletazos a la sociedad española, las consecuencias empresariales siguen siendo notables; entre otras cosas, en la prolongación de los ERTE en muchas compañías, o incluso en la negociación de otros nuevos.
Dentro de la industria de la automoción de nuestro país, y más concretamente en la de los componentes, Magneti Marelli destaca en el plano más negativo, ya que el fabricante italiano ha decidido plantear un nuevo expediente temporal por causas económicas y productivas para sus tres fábricas en España (Barberà del Vallès, Llinars del Vallès y Santpedor) sin ni siquiera poner encima de la mesa compensación alguna para los trabajadores.
Esta medida, que afectaría a los más de 1.000 empleados que suman las tres plantillas, se ha propuesto con una duración de 90 días hasta el 31 de marzo de 2021, según han informado fuentes sindicales a La Tribuna de Automoción. Una vez se haga efectivo, se convertirá en el segundo ERTE del año para la compañía después del presentado en febrero debido a la incidencia del coronavirus, y que prácticamente está agotado.
Tal y como denuncian las mismas fuentes, el constructor transalpino no tiene, por ahora, intención alguna de complementar los salarios de los operarios, ni tampoco vacaciones ni pagas extra. «Tras el primer ERTE, que supuso una pérdida de poder adquisitivo e incertidumbre y con toda la problemática con la Administración, en estos momentos aplicar uno nuevo sería un golpe muy duro para la plantilla y no podemos admitir una pérdida aún mayor llegando a ser mantenidos únicamente por el SEPE, pasando a percibir del 50% de las Bases a partir de los seis meses», argumentan.
Según han informado estas fuentes, la dirección de los centros, que habría empezado a negociar con los comités de empresa de Barberà del Vallès y Llinars del Vallès recientemente, no habría hecho siquiera ninguna propuesta hasta ahora, limitándose a informar de la aplicación del expediente. Pese a ello, desde los sindicatos han mostrado su predisposición para intentar llegar a un acuerdo «hasta el último día», tratando así de lograr unas condiciones similares a las del anterior ERTE, el cual estiman que fue «bueno para las dos partes» (70 jornadas con complemento al 85% del salario y el 100% de vacaciones y pagas extra).
De no poder pactar finalmente entre la compañía y la parte social, la prestación máxima por desempleo —directa del SEPE— que recibiría un operario de Magneti Marelli sin hijos sería de 1.098,09 euros, mientras que, con un hijo al cargo, subiría hasta los 1.254,86 euros, y con dos o más, a 1.411,83 euros.
