La asociación de distribuidores independientes de recambio Ancera estima que el impacto en el empleo del sector de recambios, como consecuencia del coronavirus, se podrá traducir en la pérdida de unos 1.000 puestos de trabajo y una caída en la actividad del 16% en comparación con 2019.
Estos datos se desprenden del estudio Análisis de la reactivación del recambio por la Covid-19 que presentó la organización en una jornada virtual celebrada hoy. En él, se sondeó a 1.011 puntos de venta de recambios multimarca, de los 3.200 que comprenden el panorama nacional —57% exclusivamente de turismo, 8% de vehículo industrial y 35% mixtos—.
En el documento, se comprueba la caída que tuvo la actividad del recambio desde la entrada en vigor del estado de alarma, llegando a un 10% de sus índices normales hasta abril, cuando comenzó la recuperación. Esta ha sido tal que un tercio de los consultados afirma encontrarse al 100% o más de las ventas que producía antes de la pandemia.
Sin embargo, la media del mercado es actualmente del 88,5% y la mitad de los sondeados afirma encontrarse en torno al 80%, excepto los vendedores especializados en vehículo industrial, donde casi un 40% no alcanza este umbral.
Las previsiones a cierre de año se estiman en torno al 84,3% para el recambio de automóvil, mientras que el de transporte son ligeramente más optimistas, con un 88% de la actividad. Un 7% de los puntos de venta, sin embargo, afirman que cerrarán el ejercicio con mejores resultados que en 2019.
Los empleos que se destruyan dependerán en gran medida de las negociaciones que se desarrollen tras el fin del vigor de los ERTE de fuerza mayor, el 30 de septiembre. Según Miguel Ángel Cuerno —expresidente de Ancera y presente, junto con Carlos Martín, el secretario general, en las reuniones con la CEOE—, será entonces cuando se conozcan las cifras de paro reales y recomendó que se pase a los expedientes de causas organizativas para ajustar correctamente el tamaño que se quiera tener en función de los resultados que se espera obtener a lo largo de 2020. El 56% de los encuestados no sabían si podrían mantener a la totalidad de sus plantillas.