Desde que se decretó el estado de alarma, el 14 de marzo, los concesionarios han invertido 11 millones de euros en la preparación para la vuelta a la normalidad comprando equipos de protección individual, mamparas de metacrilato y máquinas de desinfección.
Sin embargo, este desembolso “no se verá repercutido en la factura de los clientes”, según afirmó Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de la federación de distribuidores oficiales, en una mesa redonda digital titulada Enfocados en la “normalidad transitoria”, organizada por Cesvimap.
En ella participaron, además del director general de la filial de Mapfre, José María Cancer, los máximos ejecutivos en España de Gipa y Solera, Fernando López y Alfonso Poveda, respectivamente. Estas últimas empresas se enfocan en la optimización de procesos digitales en el sector de la posventa.
Todos estuvieron de acuerdo en que una de las mayores oportunidades que ha brindado el coronavirus es la de aumentar la digitalización para concesionarios y talleres. “El futuro de los peritos es estupendo”, afirmó Poveda, “pues las videollamadas les permitirán agilizar sus operaciones, dejando que el taller haga gran parte del trabajo”.
Cesvimap, que cuenta con una fuerte presencia en Latinoamérica, afirmó que un 80% de las operaciones de peritaje en México se realizan ya a través de vídeo.
Por otra parte, el confinamiento acarreará, previsiblemente, una caída tanto en las matriculaciones como en las visitas al taller –según cifras de Gipa, se producían 1,6 entradas anuales por vehículo en España– y, por lo tanto, cada una ha de “tratarse como oro y ofrecerle todos los servicios preventivos que puedan necesitar”, afirmó López.
Esta caída en facturación es un augurio ominoso para los reparadores, tanto oficiales como independientes, aunque, según Gipa, “cerrarán menos de los que se puede esperar”. Para él, son los centros más pequeños aquellos mejor capacitados para capear el temporal, pues un 65% ya tienen sus locales en propiedad. “El problema lo tendrán los que tengan que hacer frente a grandes estructuras o los que hayan abierto sus negocios recientemente”, afirmó, estableciendo una analogía con lo ocurrido en la crisis de 2008.
Se presenta, así, una oportunidad nueva para la “consolidación de actores más potentes”, a través de fusiones y adquisiciones, tanto en venta como en posventa.
Sin embargo, uno de los factores fundamentales, concluyeron, es el de recuperar la confianza de los clientes. Por ello, Faconauto implementó entre sus asociados el protocolo de prevención que firmó junto con Anfac, Sernauto y los sindicatos CCOO y UGT, así como el nuevo sello que garantiza que los puntos de venta cumplen con los requisitos de sanidad e higiene.
“Es un momento idóneo para ser creativos”, sentenció José María Cancer, que propuso un modelo de sinergias para la desinfección entre operadores de carsharing y motosharing. Su empresa ha hecho que Cesviteca, su base de datos con información sobre reparaciones y presupuestos, sea de libre acceso hasta octubre.