La asociación de vendedores de vehículos, Ganvam, ha terminado la elaboración de su protocolo sanitario para el sector de la distribución y reparación, el cual ha sido consensuado con los sindicatos UGT y CCOO.
El documento, elaborado bajo los principios marcados por Sanidad y Trabajo, se suma así a otras medidas orientativas que ha firmado la automoción para recuperar la actividad cuanto antes y lo menos traumáticamente posible tras la crisis sanitaria de la Covid-19. Según ha podido saber La Tribuna de Automoción de fuentes sectoriales, la patronal presidida por Raúl Palacios acaba de recibir el visto bueno de la Secretaría General de Industria, por lo que su batería de medidas de seguridad ya se puede enviar a las empresas del motor.
El protocolo aborda el uso de los generadores de ozono para la desinfección de vehículos, unas herramientas adquiridas por las concesiones de cara a la apertura de sus instalaciones. Para disipar dudas, la asociación consultó al Ministerio de Sanidad, cuya respuesta oficial fue que “si bien la sustancia [ozono] ha sido notificada y defendida”, y entienden que tiene actividad en este sentido, “no existe todavía información bajo la legislación de biocidas. Los responsables de su puesta en el mercado, lo hacen bajo su responsabilidad”.
Con independencia de si las redes de distribución emplean este gas, Ganvam recomienda en todo caso que se incluya en la factura que el vehículo se ha desinfectado antes de devolverlo al cliente. Más allá de los citados generadores, el documento hace referencia a una lista oficial de virucidas reconocidos por Sanidad, entre los que se encuentran el ácido láctico, el peróxido de hidrógeno y el etanol, entre otros.
Las medidas que expone la asociación expanden las más genéricas que han sido publicadas por el Gobierno, además de ir un paso más allá en nivel de concreción respecto al protocolo firmado por Anfac, Sernauto y Faconauto. Los puntos de venta constituirán un Comité de Prevención entre los trabajadores, y limitarán el acceso de clientes para asegurar que se pueda mantener una distancia de dos metros entre ellos, haciendo esperar en el exterior una vez se alcance el aforo máximo.
Además, será la empresa la responsable de proveer a sus empleados de equipos de protección individual –gafas, mascarilla y guantes–, así como de materiales de higiene, como jabón y gel hidroalcohólico, para el aseo frecuente de manos y de espacios. La patronal ha hecho un listado con más de 60 proveedores para adquirir los suministros.
Para minimizar el riesgo, Ganvam plantea el establecimiento de turnos de trabajo, así como controlar la temperatura a toda persona que acceda a las instalaciones con un termómetro láser y negar la entrada a aquel que supere los 37,5º, además de dotarlo de mascarilla y comunicarlo a las autoridades sanitarias.
Respecto a los vehículos de demostración, el vendedor deberá maximizar la distancia con el conductor –sentándose en el asiento diametralmente opuesto–, y las superficies serán desinfectadas tras la prueba. La limpieza de las herramientas de trabajo también será diaria, y con mayor frecuencia para aquellas que se compartan.
Los coches, de ser manipulados, se limpiarán a fondo –puertas, volante, palanca de cambios, llave, panel central, salpicadero y superficies con las que se haya tenido contacto–, incluso aquellos que provengan de la retoma, como forma de pago de un cliente.
El confinamiento ha hecho patente que internet ofrece muchas posibilidades para la organización empresarial. En el área de Posventa, Ganvam aplica el mismo principio: la cita online y el diagnóstico a través de vídeo son dos medidas eficaces para agilizar los procesos de taller y minimizar el tiempo de contacto con los clientes.
En cuanto al recambio, la asociación recomienda amplificar la venta digital de piezas, y reducir al máximo los mostradores y las operaciones presenciales. La factura se hará, siempre que sea posible, de forma telemática y el pago, con tarjeta o banca electrónica.