La marca del León se niega a dejar morir las berlinas, como ya ha hecho Ford con en EEUU. Es cierto que las ventas están cayendo, pero confían en que se estabilicen y que estas siluetas puedan sobrevivir con una demanda reducida pero constante, especialmente apoyándose en el mercado de flotas, en el cual crecieron a nivel global un 18% el año pasado.
Pero necesitaban una oferta verdaderamente atractiva para hacer frente a las premium alemanas del segmento D: el Audi A4, BMW Serie 3 o Mercedes Clase C han demostrado mantener mejor que Peugeot su valor residual tras haber sido usados 36 meses y la echaron del podio del segmento en España.
Así pues, los objetivos para la nueva generación del sedán, que será el modelo que corone la gama del fabricante galo, han sido crear una oferta atractiva para las empresas, tanto para el argumento económico como el estético. Éste último, basándose en las claves de diseño que presentaron en 2014, con su concepto Exalt.
El nuevo coche está basado en la plataforma modular EMP2, que funciona de esqueleto para los modelos del Grupo PSA del segmento C hacia arriba. Otros ejemplos de ello serían el 3008, los nuevos Berlingo, Rifter y Combo o el Grandland X de Opel. En el caso del 508, le ha permitido tener líneas más compactas, ser ocho centímetros más corto y estar seis más cerca del suelo, mientras pesa 1.500 kilos.
Coincidiendo con la presentación en el Salón de París de la versión familiar, en octubre saldrá a la venta con cinco acabados diferentes: Active (30.250 euros), Business Line (31.750), Allure (32.850), GT Line (35.150) y GT (44.900), que equipa los motores más potentes del grupo: el diésel de 180 CV y el gasolina de 225 CV. Desde Peugeot estiman que el mix de compradores sean un 40% que opten por las versiones base y un 60% los que busquen la estética y el comportamiento dinámico del tope de gama.
Saldrá al mercado con tres motores diésel, de 130, 160 y 180 CV, y dos gasolina, de 180 y 225, y se podrá optar por una transmisión manual en la versión menos potente de gasóleo y automática de ocho velocidades EAT8 en todos los demás. En la presentación, la marca recalcó que su nueva generación de híbridos enchufables llegará en 2019, y que una versión de ambos motores de 225 caballos está confirmada para el 508.
Además, introduce la cuarta actualización del sistema i-Cockpit, con un cuadro de instrumentos completamente digital, que puede ser programado para mostrar diferentes configuraciones, incluyendo el navegador, de forma similar al MMI de Audi. El sistema autónomo de Nivel 2 también hace su aparición en la gama Peugeot, manteniendo la distancia con el coche anterior en las autopistas.
En la carretera
Condujimos la nueva berlina por las carreteras de los Alpes. Concretamente, la versión GT de 225 caballos con caja automática. El cambio de modos de conducción era sencillo y perceptible, endureciendo la suspensión y estirando más las marchas antes de pasar a la siguiente a medida que se iba subiendo en agresión.
La potencia era más que suficiente para hacer que se sintiese ágil, pero no intimidante. Sin embargo, con conducción más deportiva, la EAT8 no parecía estar en sintonía con el conductor: subía demasiado pronto de velocidades (para mantener los consumos reducidos), pero significaba llegar con marchas altas a curvas y cuestas, notando una falta de potencia cuando más se le requería, a pesar de sus cambios rápidos. Usándola en modo secuencial, sin embargo, solucionaba estos problemas, a expensas de hacer que el motor tuviera más sed. En un recorrido urbano, con atascos y semáforos, el modo completamente automático funcionaba excepcionalmente bien.
El confort, el equipamiento, los acabados y el navegador están todos en línea de lo que se espera de un sedán europeo del segmento D. Por ello, según un estudio realizado por Eurotax, el 508 consigue mantener un 49% su valor, una vez pasados tres años o habiendo circulado 90.000 km. Desde Peugeot pretenden que un 10% de sus ventas sean de la nueva berlina, unas 8.000 en el mercado español. En definitiva, serán los mercados los que decidan si los sedanes están muertos.
Juan Roig Valor / Monte Carlo (Mónaco)