Pablo M. Ballesteros / Madrid
La fábrica de PSA Madrid en Villaverde produce 450 Citroën C4 Cactus al día —aunque tiene margen industrial para hacer hasta ocho más diarios—, por lo que con una actividad de unas 200 jornadas al año podría alcanzar una producción de 90.000 unidades, para 50 mercados entre los que destacan Australia, Japón o Sudáfrica. Con esta cifra se acercaría a la previsión que apuntó la CEO de la marca, Linda Jackson, en su última visita al centro madrileño.
El Citroën C4 Cactus es un modelo que se tarda en fabricar 25 horas y que recorre alrededor de 5,4 kilómetros dentro de la factoría de Villaverde desde que se ensambla la primera pieza, hasta que se pone la última de las 2.500 referencias que equipa y llega a la zona de acabado.
En una visita a la factoría con medios de comunicación, los responsables del centro han informado de que hay 319 robots que permiten, entre otras cuestiones, tener una automatización del 96% en el área de chapa en la que se aplican 4.096 puntos de soldadura de la carrocería.
En comparación con el anterior modelo, una de las cuestiones que más ha cambiado ha sido el aspecto del traslado de la carrocería que antes se producía dentro de la cadena de montaje y que ahora se desplaza a través del sistema AGV, un robot que mueve el vehículo de manera individual pegado al suelo, lo que permite mejorar las labores de ensamblaje y pulir los problemas de fabricación.
Este sistema, que es pionero en el Grupo PSA, se empezó utilizando para proveer piezas a la línea, y se mueve de manera magnética, pero en el futuro será por comunicación wifi, según adelantan desde Villaverde.
En relación a las comprobaciones de seguridad, se prueban todos los vehículos, pero un 3% del total se testan durante tres horas y, en caso de que se produzca algún fallo, se paraliza el stock para verificar si hay más coches afectados. No obstante, en el proceso de fabricación se comprueban 1.500 puntos del vehículo.
La necesidad de mejorar el proceso de just in time, de entrega de las piezas en el momento preciso, ha llevado a que haya proveedores, como los fabricantes de parachoques delanteros que se han establecido dentro de la fábrica. Además, las líneas se suministran continuamente, aunque las piezas llegan al centro una vez al día.
La reducción del coste de producción ha conllevado, más allá de aspectos laborales, cambiar, por ejemplo, la pieza del capó que antes era de aluminio y pesaba alrededor de cuatro kilos, por una de acero que pesa siete. Sin embargo, esta decisión también se debe a que el acero es menos dúctil, lo que facilita hacer la parte delantera del modelo.
Entre 10.000 y 12.000 C4 Cactus en España
Por su parte, el director de Citroën en España y Portugal, Pablo Puey, destacó que en España se venderán entre 10.000 y 12.000 C4 Cactus al año, un modelo del que en el primer mes se han realizado 1.700 pedidos y en 2016, en su anterior versión, se matricularon 10.640 unidades en este mercado
En total, Puey espera que se vendan en nuestro país 1,5 millones de vehículos ligeros de pasajeros —lo que incluye también comerciales para el desplazamiento de personas—, de los que 100.000 serán Citroën, frente a los 96.000 de 2017.
Además, el director destacó que Citroën va a seguir apostando por los monovolúmenes, aunque “el mercado haya pasado de representar un 15% a un 6%”, porque “mientras todos se van del segmento, nosotros tenemos una cuota del 30%”.
