Santi Antón / Amsterdam
A partir de la segunda mitad de junio estará disponible en nuestro país la última incorporación a la gama de urbanos de Opel: el Karl, un coche que aspira a convertirse en el modelo de entrada de la compañía con la simplicidad, la funcionalidad y el precio como armas principales.
Esta simplicidad se aprecia tanto en el diseño exterior, que asume las líneas habituales de Opel, como en el interior, con un cuadro de mandos con pocos elementos y fáciles de usar, pero sobre todo en las opciones de equipamiento y en la única motorización ofrecida: un motor gasolina 1.0 Ecotec de tres cilindros de 75CV que, unido a la única caja de cambios de 5 velocidades manual, consume 4,5 litros en consumo mixto y emite 104g de CO2.
No obstante, esta simplicidad no debe confundirse con falta de comodidad. Opel ha hecho del Karl un coche muy equipado y confortable para lo que es habitual en su segmento, gracias a un motor insonorizado, un habitáculo espacioso, una posición de conductor con asiento y volante completamente ajustable y en la que todos los elementos están orientados a él, un maletero ajustable asimétricamente con hasta 1.013 litros de capacidad, sistemas de ayuda como aviso de cambio involuntario de carril, asistentes de aparcamiento y de arranque en cuesta, dirección extraasistida con el modo City activado, y sistema Intellilink, que permite acceder a las principales aplicaciones de nuestro smartphone.
En materia de seguridad, el Karl equipa dos anclajes Isofix en la parte de atrás y uno en la parte delantera, seis airbags, y a partir de 2016 conexión al sistema OnStar de Opel, que permite contactar con un centro de asistencia 24horas al día 365 días al año y convierte el coche en un punto de conexión wifi para hasta siete dispositivos.
Todo esto podrá adquirirse por un precio inferior a los 9.000 euros en nuestro país, donde estará disponible en su versión de cinco puertas, en acabado Selected y con 10 colores de carrocería.