Ignacio Anasagasti / Madrid
La crisis económica sacó a flote un gran problema para la industria de automoción europea, que fue su elevada sobrecapacidad, provocando el cierre de numerosas fábricas de montaje y el traslado de actividad a países emergentes con menores costes de producción. Lejos de haberse puesto punto y final a este escenario con la tímida irrupción de la recuperación, parece que se va a acentuar en los próximos 10 años de manera notable, según se concluye en la encuesta Global Automotive Executive de KPMG de 2015, en la que han participado 200 directivos del sector.
En dicho informe, se precisa que el 36% de los ejecutivos de la industria del automóvil considera como una tendencia "extremadamente importante" hasta el año 2025 la racionalización de la fabricación en Europa y su trasvase a mercados emergentes, siendo la cuarta mayor tendencia. Por delante de ella, y en primer lugar, está el crecimiento en nuevos mercados (56%), seguida del downsizing y la optimización de los motores de combustión interna (49%) y el aumento del uso de plataformas estandarizadas (48%). A pesar de ser la cuarta tendencia estratégica en la agenda de los fabricantes es la que más peso ha cogido en el último año, incrementándose 10 puntos porcentuales respecto a 2014.
Entre las 10 principales apuestas sectoriales, destaca el importante retroceso que ha experimentado el desarrollo de nuevas tecnologías de propulsión. Así, la pila de combustible, que se coloca este año como quinta prioridad con un 18%, ha perdido 23 puntos desde 2013; mientras que la electromovilidad con baterías, en novena posición (9%), se ha dejado 29 puntos.
Las claves del éxito
En un escenario globalizado y altamente competitivo como el que vivimos, la estrategia predilecta de los directivos para asegurar a sus empresas un futuro exitoso es el crecimiento orgánico (un 67% lo considera extremadamente importante), por delante de la expansión de la cadena de valor y la diversificación (54%), la cooperación con actores de sectores convergentes (49%), la firma de joint ventures y alianzas estratégicas (45%), la externalización de actividades secundarias (30%), y fusiones y adquisiciones (23%).
En el tablero de juego empresarial, los grupos con alcance mundial estarán en mejores condiciones para ir solos en el futuro, incluso marcas más pequeñas como Tesla, según se recoge en la encuesta. Esta situación es opuesta entre las corporaciones con un alcance geográfico más limitado, que podrían necesitar, en mayor medida, recurrir a alianzas o hasta fusiones. Entre las empresas que podrían optar por uniones se encuentran Geely, Isuzu Motors, Subaru o Mazda.
Ventas 2020
KPMG incluye en la encuesta una proyección de ventas mundiales hasta 2020. El año pasado, se comercializaron alrededor de 87 millones de vehículos ligeros, un 3,6% más, mientras que para este ejercicio se prevén 90 millones, un 3,4% más. La barrera de los 100 millones se cruzará en 2017, hasta alcanzar 111 millones a finales de la presente década.
El ranking de los fabricantes con mayores ventas sufrirá importantes variaciones en los próximos años. Toyota mantendrá el liderato en 2015, pero lo perderá el ejercicio siguiente a manos de Volkswagen, un statu quo que se mantendrá hasta 2020. Por su parte, Renault-Nissan se consolidará en la tercera posición, tras superar en 2014 a General Motors.
En el mercado global del próximo lustro, la tecnología eléctrica (híbridos, eléctricos, enchufables y pila de combustible) seguirá teniendo un protagonismo reducido, representando un 4,6% de las ventas en 2020. Del total de vehículos ligeros comercializados, un 3% serán híbridos, un 1% enchufables, un 0,6% eléctricos con batería, y un 0,01% de pila de combustible.
Modelo de negocio, inalterado
En los próximos cinco años, el modelo de negocio del automóvil va a permanecer bajo el mismo esquema que ahora. El 43% de los directivos encuestados cree que no es probable que se sucedan cambios de calado y además un 72% señala que los fabricantes serán los que manejen las relaciones con los clientes, frente a un 15% que apuntan a los concesionarios y un 8% a los proveedores de soluciones de movilidad.
Respecto a los consumidores, el principal factor de compra en el horizonte 2020 sigue siendo el ahorro de combustible (67%), seguido de una mayor esperanza de vida de los coches (53%) y de las innovaciones en seguridad (52%). Llama la atención la evolución que ha experimentado el segundo de esos factores, ya que se colocaba en octava posición en 2013.