Ignacio Anasagasti / Madrid
El mercado de industriales y de autobuses por fin va a poder disfrutar de las ayudas para la renovación de la flota. El Consejo de Ministros de hoy ha aprobado el real decreto por el que se regula el Plan PIMA Transporte, que está dotado con 4,7 millones de euros, unos fondos que se podrán solicitar hasta el 1 de octubre de 2015 y que servirán para achatarrar alrededor de 1.800 vehículos.
La aprobación del programa llega después de que el Gobierno anunciara su puesta en marcha hace más de seis meses, a principios de junio, y tras la concesión de un crédito extraordinario por parte de Hacienda, el 7 de noviembre.
Las ayudas, para el achatarramiento de autobuses y vehículos de transporte de mercancías con capacidad de tracción propia con una antigüedad mayor de ocho años, parten desde 1.500 euros para camiones con una masa superior a 3,5 t y que no sobrepasen las 7,5; hasta 3.000 euros para camiones de más de 16 t y para todos los autobuses.
Con el PIMA Transporte, se prevé una reducción de las emisiones de CO2 y del consumo de combustible del orden del 15% por vehículo achatarrado, además de unos importantes recortes de NOX y de partículas en suspensión.
Aparte de estas subvenciones directas, el plan contará con una segunda parte, que está pendiente de aprobación, consistente en una línea de financiación del Banco Europeo de Inversiones para que se puedan beneficiar los que hayan renovado un camión o un autobús de acuerdo con el PIMA y “decidan comprar otro nuevo”. En este caso, los créditos movilizados podrían ascender a 400 millones de euros, financiados también por entidades bancarias privadas.
