Juan Ferrari / Madrid
El 25% de los vehículos adquiridos gracias a las ayudas del PIMA Aire corresponden a turismos, a pesar de que el plan se ideó para apoyar la renovación del parque de furgonetas, muy viejas y contaminantes. A 1 de noviembre el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente había registrado 21.016 reservas para la subvención de un vehículo desde que se puso en marcha en febrero de este año.
Sin embargo, a pesar de los diez meses de vida del plan, el tirón se ha producido la última semana de octubre que ha concentrado 5.376 peticiones, más de la cuarta parte (25,6%) del total de las reservas, gracias a la modificación introducida por el Consejo de Ministros que ha permitido que los particulares adquieren turismos bajo este paraguas.
Al inicio de noviembre quedaba un remanente de 11,3 millones de euros de los 38 millones aprobados inicialmente en febrero. De mantenerse el ritmo de la última semana, el PIMA se agotaría en quince o veinte días.
En verano, el plan se modificó para aceptar la compra de turismos, además de furgonetas, por parte de autónomos y empresas. Pero el gran salto se ha producido el pasado 23 de octubre, cuando ha entrado en vigor la posibilidad de que el PIMA Aire también subvencione la compra de turismos por parte de particulares.
En todo julio, el mes que más reservas se produjeron en el PIMA Aire, se realizaron 2.248, ni la mitad de las registradas en la primera semana del nueva PIMA Aire 2.
