Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
El sector industrial vasco está revuelto estos días. El pasado 31 de diciembre caducó el último de los convenios provinciales del metal, el de Guipuzcoa, y los otros dos, los de Álava y Vizcaya terminan su periodo de ultraactividad el 7 de julio, por lo que a partir de esa fecha, los empleados sin convenios de empresa pasarán a estar regulados por el estatuto de los trabajadores.
Para evitarlo, tres de los cuatro principales sindicatos en las fábricas vascas, UGT, CC.OO. y el grupo nacionalista LAB, han hecho un frente común para conseguir llegar a un acuerdo con la patronal y firmar convenios provinciales “de transición” en los distintos sectores afectados, es decir, un pacto que duraría hasta 2014 y que no supondría una pérdida de derechos por parte de los empleados.
Su argumento principal es que los convenios sectoriales son determinantes para las pequeñas empresas ya que éstas no tienen la posibilidad de conseguir un pacto o un convenio propio de empresa. La mayoría de las que operan en la región emplea a menos de diez trabajadores según han informado fuentes sindicales a La Tribuna de Automoción.
Los convenios provinciales también son determinantes para los empleados de las grandes corporaciones ya que suponen el punto de partida para negociar los convenios de empresas.
Reivindicaciones de los sindicatos
Las reivindicaciones que los representantes de los tres sindicatos van a presentar en la mesa negociadora la semana que viene pasan por mantener el poder adquisitivo de los empleados durante su periodo de vigencia, es decir, con una subida anual equivalente al IPC. Según afirman los sindicatos, de llegarse a un acuerdo, los sindicatos estarían dispuestos a renunciar a los incrementos de los años pasados, siempre y cuando “las condiciones a partir de ahora fueran buenas”.
Las otras medidas que proponen los sindicatos van encaminadas a limitar el alcance de la reforma laboral que aprobó el Gobierno el pasado año. Los representantes de los trabajadores proponen que sea el convenio provincial y no el empresarial el que sirva de referencia, al contrario de lo que estipula a nueva normativa laboral.
Por último, se propone eliminar la limitación a un año del periodo de ultraactividad de los convenios, que es precisamente la fuente principal del actual conflicto, ya que dicho límite se produce el 7 de julio en dos de las tres regiones vascas. Los sindicatos propondrán en la mesa de negociación un periodo de tres años aunque se muestran dispuestos a negociar.
La propuesta de la patronal
Por su parte, la patronal también apuesta por un convenio hasta 2014 pero quiere limitar el periodo de ultraactividad a 15 meses -tres más de lo que estipula la ley-, defiende mantener los salarios sin subir el IPC y establecer un sistema de arbitraje obligatorio en caso de inaplicación de alguno de los puntos del convenio en situaciones en que peligre la propia supervivencia de la empresa. Los sindicatos defienden también algún tipo de arbitraje pero en ningún caso que en caso de no llegarse a acuerdo se aplique la ley, como quieren los empresarios.
La patronal también defiende una flexibilidad de la jornada anual del 5,8% cuando ahora se sitúa en el 5,1%, una reivindicación que según los sindicatos no será un obstáculo para alcanzar un acuerdo.
Para forzar a la patronal a llegar a un acuerdo, los tres sindicatos unidos llevan semanas movilizándose. Hoy hay convocada una huelga general de todos los sectores sin convenio con manifestaciones a las 12 de la mañana en las tres capitales de provincia de la Comunidad.