Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
La dirección de Gestamp Vigo ha suspendido de forma unilateral las reuniones con los trabajadores para el impulso de un conjunto de medidas de ahorro, que incluirán la reestructuración de la plantilla en la fábrica, con el fin de recortar los gastos en 3 millones de euros, según han informado fuentes sindicales a La Tribuna de Automoción.
El principal motivo alegado es que aún no disponen de la documentación necesaria para hacer una propuesta en firme, que es uno de los requisitos que los representantes de los trabajadores han solicitado para sentarse a negociar.
La dirección ha contratado a una empresa externa para que audite la fábrica y elabore un informe con propuestas concretas de ahorro, incluyendo la posibilidad de recortar mano de obra. La empresa de componentes gallega ya anunció a los trabajadores que la proporción entre empleos directos e indirectos es insostenible y que hasta 60 trabajadores se podrían ver afectados por la reestructuración de la plantilla.
La reestructuración de la planta situada en Porriño, Pontevedra, pasaría por bajas voluntarias, jubilaciones parciales y recolocaciones de algunos de los trabajadores de la planta de componentes en otras fábricas del grupo español.
En principio, Gestamp se ha comprometido a que esta empresa externa, cuyo nombre no ha trascendido, tendrá preparado el informe en el plazo máximo de un mes, momento en el que, presumiblemente, se reabrirán las negociaciones.
La otra razón por la que la dirección ha decidido suspender los encuentros ha sido su malestar por la transparencia que, de cara a los trabajadores, está haciendo el Comité de Empresa al informar del contenido de las reuniones, según informaron los tres sindicatos mayoritarios en la factoría gallega a los empleados en una circular interna.
Líneas rojas
Los representantes de los trabajadores se han mostrado dispuestos a negociar aunque creen que, hasta ahora, las vagas propuestas de la empresa son insuficientes. El sindicato mayoritario, CIG, es el que mejor predisposición a negociar, pero siempre y cuando se garantice el empleo de todos los trabajadores de la fábrica.
UGT, por su parte se muestra más reticente. Según confirmaron fuentes de este sindicato a este periódico, de tener que llevarse a cabo bajas o traslados, las propuestas deberán ser “atractivas”. Las líneas rojas de este sindicato para la recolocación de empleados son: contrato indefinido –la propuesta de la empresa sólo garantiza un año-, mantener la antigüedad y la posibilidad de volver en cuanto las condiciones de producción lo permitieran.
En cuanto a un posible plan de bajas voluntarias, UGT estudia proponer unas indemnizaciones de 65 días por 12 mensualidades en vez de los 33 días por 24 mensualidades, ya que la mayoría de los trabajadores que se podrían ver afectados lleva en la fábrica menos de 12 años.
UGT ha organizado este sábado a las 11:00 de la mañana una charla para informar a los trabajadores de la fábrica de componentes gallega sobre estos temas y sobre el reciente traslado de Cataforesis en San Andrés de Comesaña a la planta de Porriño.