Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
No sólo de casinos se alimentan las esperanzas de crear empleo en España. La industria de la automoción, segundo sector más importante del país después del turismo, sigue atrayendo inversiones a pesar de la crisis. La última empresa interesada es Abat, el mayor fabricante de motos eléctricas del mundo, que podría estar pensando instalarse en España para abastecer el mercado europeo.
Según ha publicado el periódico Cinco Días, en la actualidad, la multinacional estadounidense -especialista en baterías eléctricas de las que abastece al Ejército de su país- cuenta con una factoría en China con una capacidad de producción de medio millón de motos al año.
La importadora de Abat para toda Europa es ya una empresa española llamada Eco Expansión, que, según la información de Cinco Días, estaría analizando posibles ubicaciones para instalar una planta en España donde fabricaría modelos especialmente adaptados al gusto europeo.
Los estudios realizados por Abat apuntan a una producción de unas 5.000 unidades en la planta española en una línea de montaje y podría empezar a funcionar en 2013. De hecho, ya cuentan con el apoyo institucional del Ministerio de Industria y de la CE.
Abat defiende como ventajas competitivas que el precio de sus motos es inferior a los de la competencia, desde 1.457 euros en España uno de los 15 modelos que se venden actualmente en nuestro país.
Además, el fabricante estadounidense cuenta con una red posventa que garantiza el mantenimiento de las motos, así como con una batería portátil que se puede desmontar fácilmente y se puede cargar en cualquier punto de la red eléctrica.
Los concesionarios venderán Abat
De momento, Abat cuenta con 22 puntos de venta entre España y Portugal, aunque esperan duplicar esa cantidad en los próximos meses gracias en parte al impulso que ha supuesto la llegada de Antonio Romero-Haupold. El todavía presidente de Faconauto ha favoecido que Abat llegue a acuerdos con concesionarios de automóviles para vender allí sus motos.
Los concesionarios han tenido que solicitar permiso a sus respectivos fabricantes y en la mayoría de los casos han conseguido lo han conseguido, debido a que para muchos de ellos puede suponer sobrevivir al descenso de rentabilidad de las redes comerciales de los últimos años.
Los concesionarios pueden abrir unos espacios en forma de córner donde instalan las motos Abat. Aquellos interesados forman a sus vendedores y garantizan la posventa de las motos eléctricas, lo que les permite aumentar la facturación.