Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
Los precios de la gasolina en España son de los más altos de Europa, así como los márgenes de beneficio de la red de gasolineras. Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado la Comisión Nacional de Competencia (CNC) en su reciente informe sobre carburantes para la automoción.
En el último año, el precio de la gasolina aumentó un 21% con respecto a 2010, mientras que el gasóleo lo hizo un 16%. Según la CNC, existen asimetrías en la velocidad de ajuste de los precios nacionales en función de las variaciones en los precios internacionales del carburante.
De esta manera, cuando se incrementan los precios internacionales, la red de gasolineras nacional reacciona rápidamente y suben los precios –efecto cohete-, mientras que cuando los precios del crudo bajan, la reacción es mucho más lenta –efecto pluma-. Para la CNC, esta asimetría tiene efectos perjudiciales para los consumidores que no se benefician tan rápidamente de las bajadas de los precios internacionales, mientras que sí sufren en seguida las subidas.
El informe, que analiza la situación en 2011, refuerza los argumentos que ya esgrimió en otro informe similar de 2009. Entonces, la CNC llegó a la conclusión de que las asimetrías en los precios, así como que España fuera uno de los países como mayores márgenes de beneficios se debía a la poca competencia en la red de gasolineras.
Por ejemplo, el informe de 2011 señala que en las provincias en que hay más estaciones de servicio, más bajos son los precios. “Hay una relación directa entre la concentración de la oferta minorista (estaciones de servicio) y los precios medios antes de impuestos en la provincia”, concluye.
A pesar de estas evidencias, la CNC quiere recalcar que la existencia de asimetrías en el ajuste de los precios minoristas nacionales no supone, por sí sola, que “existan comportamientos de los operadores que sean contrarios a la normativa de competencia”. Es decir, que no se puede asegurar que pacten los precios.
Ya en el informe de 2009, la CNC hizo una serie de recomendaciones dirigidas a las Administraciones Públicas y al poder legislativo para mejorar el funcionamiento del mercado y facilitar una competencia en el sector. “Dado que las recomendaciones efectuadas en el primer informe no han sido implementadas, éstas siguen estando plenamente vigentes”, asegura la CNC en 2011.
Ahora sólo falta que esas Administraciones Públicas se pongan manos a la obra…
