Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
Los coches de alta gama más contaminantes pagarán más impuestos en Francia. Al menos esos podrían ser los planes del Ejecutivo de Hollande con el objetivo de frenar la caída en la demanda de los modelos de las marcas generalistas locales como Renault, Peugeot o Citroen.
Según ha publicado la Agencia EFE, la medida forma parte de un plan, plasmado en un Libro Blanco sobre la industria gala, del departamento económico del Gobierno francés, encabezado por el nuevo Ministro de Economía, Pierre Moscovici.
La idea central es aplicar el impuesto de lujo como una forma de proteger el medio ambiente, al favorecer a los coches más pequeños y menos contaminantes, pero también se advierte que puede constituir una medida de carácter proteccionista.
La carga de este impuesto afectaría a marcas como Audi, BMW y Mercedes que concentran en Francia el mayor número de ventas de este tipo de modelos, frente a los constructores locales, cuya oferta en berlinas de lujo es muy limitada.
En el pasado mes de mayo, las ventas de automóviles PSA Peugeot Citroen en Francia cayeron un 28%, mientras que el volumen de Renault se retrajo un 14%.
En los cinco primeros meses de este año, PSA Peugeot Citroen eleva la caída en su mercado doméstico un 22%, en tanto que Renault alcanzó una bajada del 20%.