Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
En pleno debate sobre el modelo de explotación de las carreteras españolas, cada vez parece más claro que la mayoría de autovías y autopistas nacionales serán de pago. Sin embargo, los últimos datos no son muy alentadores. El tráfico de las autopistas de peaje en España registró una caída del 5,6% en 2011, lo que supone la cifra más baja desde 1998.
Según ha publicad el diario económico Expansión, en 2011, circularon por las autopistas de pago españolas 18.515 vehículos diarios de media. Esta cifra es un 22,5% menos que antes de que comenzara la crisis, es decir, 5.400 usuarios menos.
El dato contrasta con la red de vías de pago, que ha seguido creciendo en estos años en 2011 sumaban un total de 2.559 kilómetros de longitud, un 7,4% más que en 2006, año en el que se alcanzó el máximo histórico de usuarios, con 23.909 al día.
Según ha explicado Expansión, el descenso se debe a que circulan menos vehículos, tanto de particulares como de mercancías, así como a la elección de vías alternativas libres de peaje.
En 2011, todas las autopistas cerraron con caídas, excepto la que une Alicante con Cartagena, que consiguió un ligero aumento del 1,9%.
Por su parte, las radiales de Madrid acumularon severas caídas. La que más, la R4 Madrid-Ocaña, con un descenso del 17,5%, mientras que la autopista de pago que une Madrid-Toledo y que recientemente solicitó el concurso de acreedores, cedió un 7,4%.