Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
La historia sobre la venta de Saab está lejos de terminarse y ha comenzado a coger tintes de telenovela. Hace un par de semanas se confirmaba la compra de la empresa sueca por el consorcio eléctrico de capital chino-japonés National Electric Vehicle Sweden (NEVS), pero a día de hoy lo único que parece seguro es que han adquirido la fábrica de Trollhättan, porque aún no esta claro que puedan utilizar el nombre de Saab ni tampoco contar con la tecnología de sus modelos.
Lo último que se sabe es que el fabricante chino Beijin Automotive Industry Holding (BAIC) ha declarado que Saab no tenía derecho a vender la compañía ya que una parte de la propiedad intelectual de la marca le pertence.
En concreto, en 2009, este consorcio chino adquirió, entre diversas tecnologías de Saab, las plataformas del Saab 9-3 y 9-5 con un acuerdo que más bien parece un rompecabezas. Según este acuerdo, BAIC sería el único propietario de los derechos intelectuales de la plataforma del 9-5 y de la del 9-3 hasta 2005.
Entre ese año y el 2009, el desarrollo tecnológico de la plataforma sería propiedad intelectual de Saab y BAIC conjuntamente, mientras que tras esa fecha, es General Motors la que tiene los derechos intelectuales.
Ni el nombre ni el logo
La historia no acaba ahí. La nueva propietaria de Saab Automobile tampoco tiene todavía permiso para utilizar el nombre de Saab o el logotipo, ya que la adquisición de la compañía no incluia los permisos de uso de la imagen de Saab y que dependen de la empresa de defensa Saab AB (la tradicional de motores para aviones) y del fabricante de vehículos industriales Scania.
Ambas empresas utilizan el logotipo del águila, el mismo de la división de automóviles sueca. Según ha publicado Europa Press, el portavoz de Sacia, Hans-Ake Danielsson, explicó que antes de dar su consentimiento tienen que asegurarse de proteger el “buen nombre” de la compañía y de la marca.
¿Cuál sera el siguiente capítulo? Continuará…