Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
La venta de Saab sigue en punto muerto. La última información disponible es que los administradores de la empresa, recientemente nombrados por la justicia sueca, no están dispuestos a vender la empresa por los 340 millones de euros que supuestamente ha vuelto a ofrecer Youngman, la empresa de automóviles china.
La noticia no ha sido confirmada oficialmente por ninguna de las partes, pero es un secreto a voces. La prestigiosa revista Automotive News lo publicó el viernes y la noticia ha recorrido la red de un país a otro.
Al parecer, los administradores consideran que ese precio está muy por debajo del valor real de la empresa y que pueden obtener mucho más si la venden por partes. La cuestión es que si al final se dividiera la venta, se arruinaría cualquier posibilidad de producir coches en la fábrica de Trolhattan, sede de la marca sueca, según la información de Automotive.
En la decisión de los administradores seguramente ha influido que Saab debe a la oficina de deuda sueca más de 200 millones de euros, y se calcula que la deuda total de la empresa ascendería a los 500 millones, una cifra parecida a lo que en una oferta anterior había ofrecido Youngman, pero que fue rechaza por el veto de General Motors.