Carlos Olmo / Madrid
La compañía de navegadores GPS ha celebró ayer su primer aniversario del servicio que permite evitar atascos, con un colapso de tráfico en miniatura.
El fabricante de navegadores TomTom ha celebrado hoy el primer aniversario de su servicio HD Traffic por el que permite a los conductores evitar atascos y aglomeraciones de tráfico. Mediante un sistema de datos el dispositivo permite el redireccionamiento de la ruta del usuario según unos datos que la central obtiene de diversas fuentes y que permite actualizar la situación de las carreteras españolas, vías principales y red secundaria, cada dos minutos.
TomTom ha conseguido lo que la DGT no puede, pese a ser uno privado e internacional y otro público y nacional. La compañía que más navegadores vende en nuestro país ha conseguido la actualización de la situación del tráfico cada dos minutos gracias a los datos de la Policía y a la información que los propios dispositivos de los usuarios que tienen el servicio contratado, que anónimamente informan de su situación y la fluidez del tránsito. Estos datos son recogidos por antenas propias de la compañía que mediante un reconocimiento geopolítico permite identificar las zonas menos aptas para el tráfico, enviando información a los propios dispositivos de los clientes del servicio.
Para ello han realizado un manifiesto por el que pretenden mejorar la situación del tráfico: animarán e inspirarán a los ciudadanos a jugar un papel en reducir la congestión del tráfico, incrementarán la disponibilidad de TomTom HD Traffic, liderarán la continua mejora del tráfico y la tecnología de navegación, y reunirán a los agentes clave en cuestiones de tráfico para compartir ideas e impulsar acciones.
No es cuestión baladí la de evitar atascos. Según cálculos de la propia compañía, los conductores pasamos de media 58 horas en atascos con la consecuencia económica que tiene para los conductores, tanto por el combustible consumido como el tiempo que se recorta al trabajo o la vida privada; las emisiones de gases contaminantes de más que se expulsan; y el estrés y malestar que genera a los conductores.
Y para celebrarlo organizaron un miniatasco en Madrid, en la calle Vázquez de Mella, con hasta 13.000 coches de juguete.