El presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, ha advertido de que durante los últimos meses de 2010 podrían cerrar 1.000 agentes de ventas, repartidos entre concesionarios y compraventas.
Sánchez Torres explicó que la acusada reducción de las matriculaciones durante el pasado mes de octubre “está haciendo que los concesionarios puedan caer como auténticas fichas de dominó en estos últimos meses”.
Asimismo, resaltó que la caída experimentada el pasado mes de octubre “es más grave de lo que parece”, puesto que las empresas están sosteniendo de forma artificial el mercado, en el que las compras del canal de particulares “se están hundiendo”.
Igualmente, el máximo responsable de la Asociación apuntó que las compañía de distribución de automóviles “están heridas de muerte”, ya que no tienen músculo financiero para afrontar la recta final de la crisis y tienen una rentabilidad que se encuentra “en mínimos históricos” y cerrará el año en el 0%.
Pérdida de más de 30.000 empleos
Sánchez Torres destacó que desde que empezara la crisis económica, hace más de dos años, se han perdido más de 30.000 empleos en las redes de distribución y se han destruido pequeñas y medianas empresas en el sector. Por ello, apuntó que la “nueva oleada de la crisis” supondrá la eliminación de 10.000 puestos de trabajo “sólo en las redes de distribución”.
Ante esta situación, la patronal de los vendedores prevé que el mercado automovilístico español cierre el presente ejercicio con un volumen de ventas de en torno a las 950.000 unidades, lo que supone igualar las cifras de 2009. Para 2011, la estimación comercial prevé que las ventas no llegarán a 900.000 unidades. EP