El vehículo eléctrico es rentable a partir del sexto año de uso, ya que las ventajas de ahorro en el coste por kilómetro no compensa hasta ese momento el sobrecoste de adquisición de un automóvil con tecnología verde.
Esta es una de las conclusiones del informe sobre eficiencia energética en la automoción y específicamente sobre el vehículo eléctrico elaborado por el Ministerio de Industria con motivo de la Presidencia Española de la Unión Europea, celebrada en el primer semestre de 2010.
En el apartado específico sobre el vehículo eléctrico, el informe explica que los vehículos eléctricos son los claros ganadores en ahorro y eficiencia energética.
El vehículo eléctrico es notablemente más rentable que el resto de la tecnología y presenta un ahorro del 21%, cálculo realizado sin considerar los costes de mantenimiento y reparación, lo que debería, dicen los redactores del informe, ser objeto de un estudio más exhaustivo para ser considerados en el coste final.
En los cálculos sobre rentabilidad del vehículo eléctrico se ha considerado que en mantenimiento los costes son similares a los automóviles convencionales.
Sin embargo, los especialistas en movilidad eléctrica coinciden reiteradamente en sus intervenciones en los debates sobre este campo en que con el vehículo eléctrico desaparecen los líquidos utilizados en los motores térmicos y se registra un menor desgaste de materiales debido a un menor número de piezas y conjuntos mecánicos.
Con los datos utilizados en el informe, en ciclos de vida cortos, de menos de 4 años, la tecnología de gasolina sigue siendo la más rentable desde el punto de vista de gasto global para el usuario final.
Reitera el informe que en el entorno del sexto año se produce el “sorpasso” de las tecnologías “verdes” a las tradicionales, y a partir de ahí de la tecnología eléctrica a las demás, de tal forma que desde ese momento la ventaja de la eléctrica se hace muy evidente.
Precisan los redactores del informe que aunque normalmente se toman entre 5 y 7 años como vida media de un vehículo privado, en este caso se considera que el eléctrico es un segundo coche, no el principal de la casa, y el periodo de vida se tiende a aumentar hasta los diez o doce años.
El problema del coste de adquisición del vehículo eléctrico es una cuestión que se solucionará, confían los redactores del informe, al tiempo que explican que los automóviles de propulsión eléctrica ayudarán a conseguir los objetivos de energía renovable que se ha marcado Europa, que implica un 20% de energía procedente de fuentes renovables.
Almacenamiento en las baterías
El vehículo eléctrico es una herramienta que permite suavizar uno de los problemas de esta energía, que se pierde cuando no hay demanda, lo que puede evitarse con el almacenamiento en las baterías de los coches eléctricos.
Además, si los vehículos eléctricos se cargan en las llamadas “horas valle”, de menor consumo energético, ayudarán a estabilizar la demanda eléctrica, lo que permitirá un uso más eficiente de las infraestructuras eléctricas. EFE