IGNACIO ALONSO
No deja de ser gracioso que la bandera de España esté izada en todo lo alto para bien y para mal. Para bien: la selección de fútbol es campeona del mundo; Rafael Nadal es el número uno; Jorge Lorenzo y Toni Elías son los mejores moteros en su especialidad; Contador es el rey en los republicanos Campos Elíseos.
Cuando circule dentro de dos meses el AVE a Valencia, nos convertiremos en el país europeo con más kilómetros de alta velocidad; la Organización Nacional de Trasplantes ideada por el doctor Matesanz es la envidia de la comunidad médica internacional; somos los más generosos donantes de órganos del universo; somos líderes europeos en kilómetros de autopistas y autovías; el sector del turismo, según qué cosas se miren, está en primera o segunda posición mundial;…
Para mal: gozamos del dudoso mérito de contar con el 20 por ciento de la población activa en paro; aportamos desde el inicio de la crisis la mitad del desempleo del continente europeo; ostentamos un soberbio registro en trabajo precario; estamos a la cola de la inversión en I+D+i; el fracaso escolar de nuestros jóvenes es sobresaliente;…
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