IGNACIO ALONSO
Si hubiera que describir la situación socioeconómica del país como si de un cuadro renacentista se tratara habríamos de titularlo “Reforma social, laboral y financiera con huelga general al fondo”.
Las reformas, quizás, sean pertinentes porque el Estado del bienestar que en Europa se dio tras la Segunda Gran Guerra camina por vericuetos próximos a un precipicio y para mantenerlo, quizás, haya desgraciadamente que renunciar a conquistas menores. Pero la huelga general, huelga.
Opinión completa en la edición impresa de La Tribuna de Automoción nº 349