El presidente de esta asociación automovilística subrayó que la red de distribución está dimensionada para un mercado de 1,2 millones de unidades vendidas, y este año todos los pronósticos apuntan a un cierre del ejercicio de unas 970.000 unidades, que sería unos de los peores resultados de los últimos 25 años.
Para López Madrid esta reestructuración de la red de distribución de automóviles se enmarca en los efectos añadidos de la caída de mercado que van a suponer, en el segundo semestre, la no renovación de las ayudas del Plan 2000E y la subida del IVA en dos puntos porcentuales desde el 1 de julio.
A estos factores, el presidente de Aniacam añade la mala coyuntura por la que puede atravesar el mercado de ocasión que no resuelve su principal problema: la actitud del sector financiero de cerrar las líneas de crédito para la compra de estos vehículos.
Sobre esta cuestión, López Madrid demandó una "solución urgente", pues, tras recordar que siete de cada diez vehículos de este segmento se compran ya al contado, apuntó que "en el momento en el que cae la demanda de este tipo de vehículos, los concesionarios ven cómo el valor de sus activos cae, se ven obligados a hacer más descuentos y se penaliza el valor residual de los vehículos usados".
López Madrid recordó en la relación de riesgos que asume el sector en el contexto económico general, la ruptura del mercado único con la aplicación de criterios de fiscalidad discrecionales por parte de las Comunidades Autónomas.
En el análisis sobre el comportamiento del mercado automovilístico en el primer semestre, el máximo responsable de los importadores dijo que el sector "ha aguantado gracias a una serie de estímulos a la demanda", pero calificó los incrementos mensuales registrados de "espejismo", pues los volúmenes de matriculación son los de 1997.