El Gobierno de coalición de Alemania acordó en la tarde del miércoles una propuesta de reducciones de impuestos para promover el uso de los cero emisiones. Después de que a finales del año pasado paralizaran de improvisto las ayudas a los eléctricos, un ejercicio antes de que estas finalizaran. Esta medida fue una consecuencia del programa de recorte del gasto que estaba siendo llevado a cabo por el Ejecutivo teutón y que afectó al «Fondo para el Clima y la Transformación» (KTF, por sus siglas en alemán), que dotaba de recursos a los proyectos de reducción de emisiones de carbono, como ya mencionó La Tribuna de Automoción en la primera quincena de febrero (nº662).
Con esta nueva medida, el ejecutivo germano pretende paliar el descenso de las ventas que llevan acumulando los cero emisiones desde febrero de este año. El pasado mes de julio, las operaciones de los VE disminuyeron un 36,8% interanualmente, la mayor bajada del año. Por delante de mayo, cuando estas se redujeron un 30,6%, según datos de la ACEA. Además de los precios, los consumidores alemanes se han mostrado preocupados por la falta de suficientes estaciones de carga y la autonomía de los VE.
Según el nuevo proyecto, las empresas se podrán deducir hasta el 40% del valor de los vehículos eléctricos y los híbridos recién adquiridos de su declaración de impuestos en el año de su compra, una cifra que se reducirá progresivamente al 6%. Asimismo, el ejecutivo calculó que la medida tendrá un coste medio anual de unos 465 millones de euros entre 2024 y 2028.
Por otro lado, los coches de esta tecnología cuyo valor sea de 95.000 euros o menos ahora calificarán para un tratamiento fiscal preferencial, en comparación con los 75.000 euros o menos anteriores. Esta propuesta se dirige ahora a ser aprobada en el Parlamento alemán.
Intervendrá en la decisión de VW
Esta medida se produce tres días después de que Volkswagen anunciase que no descartaba el cierre de factorías en el país germano, y advirtiera de que podría realizar despidos forzosos, poniendo fin a un programa de seguridad laboral que excluía este tipo de ceses hasta 2029.
Tras el anuncio, el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, indicó que el Gobierno seguirá apoyando la transición de la industria automovilística alemana a los vehículos eléctricos, según declaraciones de DPA. Asimismo, el político señaló que había tomado la decisión de intervenir en la situación. «Todos los involucrados deben cumplir con su responsabilidad por los empleados de las plantas», agregó.
Volkswagen ha realizado estas declaraciones después de encontrarse con dificultades para desarrollar su programa de reducción de costes. La marca se está esforzando por cumplir su objetivo de bajar sus gastos en 10.000 millones de euros, sin embargo se está encontrando con problemas como el decrecimiento de las ventas y la falta de componentes. Según fuentes del periódico alemán Handelsblatt, actualmente, la firma se encuentra en 2.000-3.000 millones de euros por debajo de sus metas de ahorro de este año.
El pasado mes de diciembre, la compañía anunció los recortes de costes previstos con los que espera elevar la rentabilidad de las ventas hasta el 6,5% en 2026, frente al 2,3% de este año hasta la fecha. Entre las medidas para alcanzar ese objetivo se incluyen la reducción de los costes administrativos de su insignia homónima en una quinta parte; el ahorro de mil millones de euros para 2028 mediante la reducción de los ciclos de desarrollo de productos de 50 meses a tres años, de los tiempos de producción; y la eliminación de un nuevo centro de I+D previsto de 800 millones de euros en su ciudad natal de Wolfsburg.
