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El mundo olímpico del motor

Aunque el sector de la automoción no está representado en los Juegos Olímpicos con un deporte como tal, se encuentra presente durante todo el evento deportivo. Un ejemplo claro de esto es el de Bridgestone, que lleva siendo patrocinador deportivo de los JJOO desde el año 2014 y que brinda todo el apoyo necesario a los atletas y al Comité Olímpico Internacional.

Saúl Craviotto y Ana Peleteiro, medallistas olímpicos y embajadores oficiales de Bridgestone.

El próximo 26 de julio comienzan los Juegos Olímpicos de París, un evento multideportivo internacional donde miles de atletas lucharán por conseguir uno de los tres metales que les otorgará el título de campeones olímpicos. A pesar de que dentro de las competiciones no se incluyen deportes de motor (por el momento), el sector del automóvil ha estado estrechamente ligado a los JJOO.

Una de las empresas del mundo de la automoción que están comprometidas con este evento es Bridgestone, la cual lleva siendo patrocinador oficial de los Juegos desde 2014 —de los Paralímpicos desde 2018—. La compañía cuenta con un equipo de 40 embajadores oficiales —todos atletas que participarán en el campeonato en París—, entre los que se encuentran el ganador de cinco medallas olímpicas en piragüismo, Saúl Craviotto, y la ganadora del bronce en triple salto en Tokio 2020, Ana Peleteiro.

Además, la marca de neumáticos equipará más de 1.000 vehículos oficiales: coches, autobuses y motos. También pondrá en circulación más de 600 bicicletas en la Villa Olímpica y Paralímpica, de las cuales, una vez finalizado el evento deportivo, más de 500 serán donadas a la ciudad.

Con el objetivo de promover la seguridad vial, Bridgestone ha creado un programa de educación online como parte de una iniciativa de capacitación para conductores. De esta manera, los casi 4.000 voluntarios que conducirán la flota de París 2024, deberán completar la formación antes de ponerse al volante en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.

Por otro lado, más de 130.000 empleados de la compañía a nivel mundial formarán parte de distintas actividades relacionadas con el deporte y esta competición. Entre todas ellas, cabe destacar que más de 275 empleados a nivel global correrán el Marathon For All, de 42 y 10 kilómetros, respectivamente, en París, 14 de ellos procedentes de la plantilla española.

Coches olímpicos

No obstante, Bridgestone no es el único fabricante que se suma a esta corriente olímpica. Al principio solo podíamos ver como los coches transportaban a los atletas a los diferentes estadios o como los acompañaban durante las galas de apertura, pero ahora están mimetizados con todo el entorno del evento, ya sea por ediciones especiales o porque son patrocinadores.

Un ejemplo claro fue el de Opel para los Juegos de Berlín de 1936 —aquellos que estuvieron marcados por las cuatro medallas de oro del estadounidense Jesse Owens durante el régimen de Adolf Hitler, y que precedieron a la Segunda Guerra Mundial—, que había presentado un año antes su modelo Olympia, el cual recibió su nombre en honor a este campeonato.

El mundo olímpico del motor
En Barcelona 92, un Seat Toledo totalmente electrificado acompañó a la antorcha olímpica en la ceremonia de apertura y participó en la maratón del evento, a pesar de poseer una autonomía de 65 kilómetros.

Del mismo modo, Ford sacó a la venta una versión especial del Mustang Sprint para los Juegos de 1972 en Múnich. Este fue denominado Sprint Décor Option y su carrocería era blanca con rayas azules y detalles rojos, rematada con un par de grandes emblemas con el escudo de EEUU.

Por otro lado, Jeep creó ediciones exclusivas del Wrangler, el Cherokee y el Comanche para conmemorar los de Seúl 1988. Estos modelos mostraban una franja dorada en los laterales y tenían incrustada una insignia con los seis anillos olímpicos.

A nivel nacional, cabe hacer mención al Seat Toledo completamente eléctrico que acompañó a la antorcha en los Juegos Olímpicos de 1992. Además, también participó en la prueba maratón, demostrando la autonomía de un VE mucho antes de que llegara la transición hacia los cero emisiones. No obstante, esta solo era de 65 kilómetros, un alcance bastante modesto para los rangos actuales. Asimismo, contaba con un peso adicional de 500 kilos, debido a las 10 baterías que lo hacían funcionar, y podía alcanzar los 100 km/h.

Patrocinio de las marcas

Actualmente, es más común que algunas firmas de coches sean patrocinadores oficiales del evento. Este año la encargada es Toyota que lleva siendo la madrina automovilística desde que en 2015 firmara un contrato valorado en 835 millones de dólares (unos 771 millones de euros), vigente durante los de invierno de 2018 y 2022 y los de verano de 2020 y 2024.

Para sus últimos juegos, la japonesa desplegará 500 Mirai, el primer coche de hidrógeno producido en masa, para el transporte de atletas y visitantes. Asimismo, por las calles parisinas circularán 24 buses sostenibles y diez de ellos también estarán impulsados por la misma tecnología.

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Para los Juegos de Londres 2012, BMW lanzó un Mini en escala 1:4 para ayudar a los atletas y jueces a transportar los instrumentos deportivos.

Por el contrario, para los Juegos Olímpicos de Río, el patrocinador fue Nissan, que donó 4.200 automóviles para que fuesen utilizados como flota en 2016. Además, lanzó en Brasil su Kicks, para que fuera el modelo oficial, y contó con el apoyo de Usain Bolt para una campaña en la que el medallista se enfrentaba a su mayor adversario: el fuego. Por otro lado, cuatro años antes creó el programa Equipo Nissan en Brasil, con el objetivo de apoyar a las promesas del deporte.

Por su parte, BMW fue la encargada de los de Londres 2012 y aportó a los JJOO más de 4.000 vehículos de bajas emisiones. De este patrocinio destaca la creación de un Mini Cooper a escala 1:4, destinado a trasladar instrumentos como jabalinas, discos, pesos o martillos y llevarlos a los jueces, así como a los atletas, con la finalidad de ahorrar tiempo en las pruebas.

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