El CEO de Audi, Gernot Döllner, ha señalado que «podría ser una opción» extender la fabricación del A1 —se ensambla actualmente en la planta de Seat en Martorell (Barcelona)— más allá de finales de 2025, que es la fecha que la marca de los cuatro aros tenía programada para retirar del mercado a este urbano, ante su decisión de ofertar como producto de arranque en gama únicamente opciones del segmento del A3.
En declaraciones a La Tribuna de Automoción en la víspera de la presentación de los resultados financieros de la enseña de 2023, respondió, ante la pregunta sobre una posible ampliación debido a la aprobación de una normativa Euro 7 suave, que «siempre nos mantenemos atentos a las variaciones de los reglamentos y siempre estamos analizando cuánto tiempo tiene sentido mantener cada coche».
El A1, que empezó a montarse en serie en las instalaciones españolas en octubre de 2018 al ser trasladado de la factoría de Audi en Bruselas (Bélgica), se hace en la línea 3 del centro, siguiendo la trayectoria del Q3 que se produjo desde mediados de 2011 y durante siete años, en los que salieron de la cadena cerca de 800.000 unidades.
Una extensión de difícil encaje
Al urbano de la firma premium se le sumarán en la línea, después del próximo descanso estival, los Seat Ibiza y Arona, procedentes de la 1, debido a las obras de adaptación de esta última para implantar la plataforma MEB+ para fabricar en serie los urbanos eléctricos de Cupra, el Raval, y de VW, el ID.2, a partir del primer trimestre de 2026. Estos trabajos tendrán una duración de alrededor de 16 meses.
Este traspaso de los dos modelos se hace sobre una cadena de montaje que tiene menos capacidad que la primera, por lo que el grupo español tendrá que recurrir a jornadas extra en fin de semana para poder cumplir con la demanda.
Fruto de ello, la decisión del alargamiento del ciclo de vida del A1 tiene un encaje bastante complicado, porque su continuidad supondrá restar potencial de ventas a Seat, lo que no le resultaría interesante, máxime cuando el Ibiza y Arona serán actualizados, previsiblemente, en 2026.
Por otro lado, fuentes del sector señalan que mover el vehículo de Audi a otra factoría no sería factible, porque implicaría nuevas inversiones cuando las que ya se hicieron en su momento en Martorell ya estarían amortizadas. Es decir, la ecuación de negocio no sería tan rentable como si se pudiese asumir la producción en el centro español.