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Ford plantea un ERTE hasta el 30 de abril en Almussafes

La dirección de Ford Almussafes ha planteado un ERTE entre el 12 de febrero y el 30 de abril frente a una bajada de producción prevista de vehículos y unos problemas de suministro de piezas para los motores. Esta propuesta llega después de que UGT aceptase volver a reunirse con la empresa para acordar medidas en busca de la estabilidad de la planta tras la promesa de la marca el lunes de que impulsará soluciones para asegurar el futuro de las instalaciones.

Ford Almussafes
Las instalaciones de Ford en Almussafes cuentan con una planta de montaje de vehículos y otra de motores.

La dirección de la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) ha planteado al Comité de Empresa un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para las instalaciones de vehículos y de motores con una vigencia entre el 12 de febrero y el 30 de abril, según han informado fuentes sindicales.

En una reunión de una comisión consultiva, que ha servido para constituir la mesa negociadora, la compañía ha explicado que la regulación propuesta se debe en el caso de los coches a una bajada de producción prevista —la planta ha pasado de ensamblar 1.150 unidades diarias de media al cierre de 2023 a unas 950 tras las navidades ante la salida de la Connect para el mercado americano—, mientras que en el de los propulsores a problemas de suministro de proveedores.

Para los operarios de automóviles, se plantean paradas parciales rotativas diarias de hasta un total de 750 trabajadores con una afectación máxima de 15 jornadas, mientras que para los de elementos mecánicos se contemplan detenciones equivalentes a cuatro días productivos.

La próxima reunión negociadora será el próximo viernes, según las mismas fuentes.

UGT pone condiciones a la empresa

Tras la propuesta de la regulación de la compañía, UGT —sindicato con mayoría absoluta— ha señalado que están dispuestos a negociar paros que no vayan más allá de las vacaciones de Semana Santa —arrancan el 29 de marzo y concluyen el 8 de abril—, mientras esperan «noticias sobre inversiones y carga de trabajo» por parte del constructor para aclarar el futuro del centro.

Además, puntualiza que el número diario de afectados y los días de ERTE «deberían ir en línea con los problemas que se originan por la falta de producción prevista, y no por el excedente de personal que se está originando en la fábrica —cerca de 200 operarios en vehículos tras la salida de la Connect para el mercado americano y 50 en motores tras el fin del turno de noche en montaje desde el lunes—».

Por lo demás, expone que en los días de fabricación «no podrá haber nadie en regulación de empleo».

El vicepresidente de Ford Europa, Kieran Cahill.

El problema de futuro de Ford Almussafes, «en vías de solución»

La reunión en la que se ha solicitado el ERTE llega después de otra el lunes del Comité Europeo —participa UGT en representación de Almussafes— con la dirección de Ford en la que el vicepresidente de la marca en Europa responsable de Producción, Kieran Cahill, trasladó que «la compañía está trabajando en una alternativa para solucionar el problema» de la planta valenciana que se ha originado «ante la incertidumbre que genera el coche eléctrico en la actualidad», según precisó el sindicato en un comunicado.

La factoría produce en estos momentos el Kuga y la Transit/Tourneo Connect —en este caso, solo para el mercado europeo después de que la versión para Norteamérica se dejase de montar en diciembre—, no obstante, la furgoneta se marchará definitivamente a mediados de abril, quedando solo en las líneas el todocamino, que acaba de recibir un rediseño. Así, las instalaciones pasarán a fabricar diariamente alrededor de 700 unidades, frente a las 1.150 de media con las que se finalizó en 2023.

De acuerdo con la central, el ejecutivo, tras enfatizar que «el problema está en vías de solución»,  se comprometió a que en abril los máximos representantes de la plantilla de Almussafes se sentarán con la dirección mundial, la cual debería aportar «más datos» sobre las decisiones que se tomarán para hacer frente al periodo de bajas producciones hasta la llegada de los coches eléctricos sobre la plataforma GE-2, que fue adjudicada. Además, debería concretar tanto las fechas como los vehículos relacionados con las inversiones en electrificación, acabando con el mensaje ahora vigente de que todos los desembolsos en Europa están congelados, como indicó el director de Operaciones global, Kumar Galhotra, en un encuentro en Valencia el pasado 17 de noviembre.

Objetivo: 200.000 coches anuales

Fruto de las promesas de una solución y de la fijación de la reunión en abril, UGT aceptó volver a sentarse en la mesa de negociación con la empresa —en ella está presente igualmente STM Intersindical Valenciana—, algo que rechazaba desde septiembre ante la ausencia de detalles del constructor sobre el futuro de la planta. Eso sí, el sindicato precisó que su disposición a buscar acuerdos que den estabilidad se limita en el tiempo hasta que llegue el cara a cara con la dirección mundial.

Esta organización, después de que Ford comunicase la congelación de las inversiones en VE en el continente, reclamó a la marca que, para mantener la plantilla, asegurase al centro de trabajo alrededor de 200.000 unidades anuales. Para ello, sería necesario la adjudicación de volúmenes de otro coche, puesto que del Kuga se prevén, por ejemplo, este año cerca de 130.000. A ellas, habría que sumar unas 10.000 de la Connect, que darían un cierre de 140.000 en comparación a las 219.594 que contabilizó Almussafes en 2023 —se ensamblaron siluetas del S-Max y Galaxy hasta finales de marzo—.

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