La dirección de Ford ha comunicado en la reunión que ha mantenido a primera hora de la tarde con los responsables del Comité de Empresa de la planta de Almussafes (Valencia) que el fabricante ha decidido «aplazar cualquier decisión que tenga que ver con inversiones relacionadas con la electrificación», debido «al retraso que está experimentando el mercado del vehículo eléctrico», según informa UGT en un comunicado.
«Se trata de una decisión que nos sitúa, siendo gráficos, ‘en el alambre’. Y no solo a Valencia, sino al conjunto de Ford Europa», sentencia el sindicato, que indica que «mientras Ford, en Detroit, reevalúa las posibilidades de electrificación para Almussafes, debe garantizar carga de trabajo suficiente para mantener la plantilla, inicialmente prevista» en los planes productivos, confirmados en junio de 2022.
En este sentido, la central defiende que se «tendrán que potenciar de alguna manera los vehículos híbridos». Actualmente, las instalaciones valencianas producen el Kuga y las furgonetas Transit/Tourneo Connect, no obstante, estas últimas se perderán en dos fases, primero, en diciembre con las que se exportan a Norteamérica y, segundo, en marzo de 2024 con las destinadas a Europa, ante el inicio del montaje de la nueva generación en la factoría de Poznan de VW.
En UGT, calculan que se deberían garantizar al menos 200.000 unidades anuales, una cifra que «permita la transición a la electrificación sin más sobresaltos». En estos momentos, las estimaciones para el Kuga de 2023 son que se hagan alrededor de 150.500 coches, lo que supondría unas 3.200 menos frente a 2022.
El Comité de Ford Europa iniciará movilizaciones
Ante la incertidumbre sobre los planes en el Viejo Continente, que desde UGT puntualizan que «están en cuestión», ha expuesto que los representantes de los trabajadores agrupados en el Comité Europeo van a dar una respuesta a Ford. Así, desvela que la semana que viene en Colonia, en la sede continental, se van a llevar a cabo «las primeras movilizaciones». «Urgen respuestas, porque, además, aquí la marca tiene un acuerdo con UGT», apostilla.
En este sentido, la organización enfatiza que la compañía «tendrá que garantizar una fecha de revisión del Plan de Electrificación durante ese proceso de transición que ahora se alarga —las últimas informaciones situaban que la producción de VE arrancaría en 2027, frente a mediados de 2025, como se estimó inicialmente—». Si no es así, remarcan que el constructor «no podrá pretender negociar más medidas de flexibilidad».
En principio, la planta de Almussafes requeriría de un ERTE, que UGT se había mostrado dispuesto a pactar en enero si llegaban garantías del cumplimiento de los planes de electrificación, así como de un ERE por la pérdida de la Connect —se trataría de un ajuste algo inferior a 1.000 operarios—, una regulación que vendría después de la de 2023 sobre 1.124 personas, la de 2021 sobre 630 y la de 2020 sobre 350.
Tras la reunión de hoy, en la que ha participado el director de Operaciones global, Kumar Galhotra, junto a su equipo —sucede a otra el 27 de octubre entre los responsables del Comité y el vicepresidente de Ford Europa, Kieran Cahill, y el CEO de Ford Pro, Ted Cannis, en la que trasladaron buenas palabras sobre el futuro de Almussafes—, las partes se han emplazado a otra en diciembre. «La pelota está en el campo de la empresa, y a pesar de la complejidad del momento, debe haber claridad y determinación», remachan.