El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, afirmó que contempla dos posibles escenarios dependiendo de los resultados de las elecciones que tendrán lugar próximamente en Estados Unidos y Europa, en uno de los cuales se aceleraría la ejecución de su plan estratégico de transición hacia la movilidad eléctrica (Dare Forward 2030), que conlleva una inversión de 30.000 millones de euros. En el otro se ralentizaría, ya que los precios de los cero emisiones son más elevados que los de combustión y requieren, por el momento, del apoyo de los gobiernos para que sigan siendo asequibles. Sin embargo, afirmó que no se contempla interrumpir por completo este proceso, ya que la industria debe contribuir al frenar el calentamiento global.
«Tenemos la capacidad de vender solo eléctricos en 2030 y ese es el objetivo que perseguimos, pero dependemos de si los clientes piden que sigamos en esta dirección», afirmó. Y es que hizo especial énfasis en la necesidad de reducir los gastos para que los compradores tengan acceso a este tipo de vehículos. «Queremos eliminar el 40% de coste adicional de la tecnología VE para llevar su precio a un nivel que las personas de clase media puedan pagar», aseguró. No obstante, aclaró que esta disminución de los importes no puede pasar por disminuir las ganancias de los fabricantes, ya que es necesario que sigan teniendo beneficios para poder invertir en nuevas tecnologías más eficientes y favorables para el medioambiente.
Así lo explicó durante una mesa redonda virtual, durante la cual la empresa compartió todos los detalles sobre su nueva plataforma STLA Large, la cual es la segunda de las cuatro que se anunciaron durante el EV Day de julio de 2021, tras la STLA Medium que fue presentada a principios de julio de 2023. Precisamente, se trata de una de las formas de recortar estos costes mencionados anteriormente.
Ocho nuevos vehículos para 2024-2026 de cinco marcas diferentes
Este nuevo recurso, que llegará en primer lugar a los clientes norteamericanos —la primera fábrica en la que comenzará a utilizarse será la de Windsor (Canadá), seguida de la de Cassino— y a Italia y que después podría extenderse a otros países, será el soporte de ocho nuevos vehículos eléctricos de cinco marcas distintas de Stellantis —primero Dodge y Jeep y más tarde por Alfa Romeo, Chrysler y Maserati—, que serán lanzados entre 2024 y 2026.
La plataforma, que tal y como indició Tavares en la presentación permitirá una autonomía máxima de 800 km y contará con flexibilidad para adaptarse al mencionado amplio espectro de marcas —desde el conglomerado afirman que es «la más flexible de la historia», en los segmentos D y E, permitiendo capacidades como energía integrada, eficiencia de carga, dinámica del vehículo de alto rendimiento y conducción todoterreno con clasificación Trail. Para ello, pueden ser empleados distintos módulos de suspensión y de tren motriz para adaptarse a las necesidades específicas del vehículo.
«Nuestros objetivos para nuestras plataformas STLA son ambiciosos, pero esto es lo que nuestros clientes necesitan de nosotros hoy», dijo el CEO, «la creación de una familia de vehículos a partir de un conjunto de componentes bien diseñados que sea lo suficientemente flexible como para cubrir múltiples tipos de vehículos y propulsiones, superando a cualquiera de nuestros productos actuales, se dirigirá a cada uno de los clientes de nuestras marcas icónicas. La flexibilidad y agilidad de esta plataforma es su sello distintivo y será una fuerza impulsora para nuestro éxito en el cambio a la electrificación en América del Norte».
Dispone de opciones de arquitecturas eléctricas de 400 voltios y 800 voltios y tiene el potencial de ofrecer una aceleración de 0 a 100 km/h en el rango de 2 segundos. La carga rápida añadiría hasta 4,5 kWh por minuto al paquete de baterías de 800 voltios. STLA Large también es compatible con sistemas de propulsión híbridos y de combustión interna sin comprometer las capacidades clave del vehículo.
