20Cuando en las últimas semanas se han hecho habituales las imágenes de grandes heladas en Europa del Norte y la Aemet ha avisado de grandes nevadas para algunos territorios en España, cabe recordar algunos consejos de la Dirección General de Tráfico (DGT) para que el vehículo no sufra más de lo necesario ante los rigores de estas temperaturas al tiempo que evitamos incidencias en la vía y posibles accidentes.
Lo primero que hay que hacer antes de circular tras una nevada es consultar el estado de las carreteras. Las precipitaciones podrían haber causado daños en algunas vías. Otro punto importante a tener en cuenta es asegurarse de llevar las cadenas para el coche o, en caso de tener neumáticos de invierno, revisar la condición de estos.
Es peligrosa la presencia de hielo y/o nieve sobre el asfalto, por ello la DGT recomienda no conducir en estas circunstancias. No obstante, en caso de encontrarse en esta obligación hay que tener en cuenta algunos de los riesgos que se pueden hallar como la falta de visión o la escasez de adherencia.
En el primero de los casos, los copos pueden ocultar las señales y las marcas viales, así como reducen la distancia de visibilidad del conductor. En el segundo, a medida que el espesor crece, aumentan las dificultades y la calzada se vuelve más resbaladiza.
Para hacer frente a estos peligros se recomienda encender las luces de cruce, reducir la velocidad, conducir con marchas largas y aumentar la distancia de seguridad. Además, es aconsejable seguir las rodaduras de20 otros automóviles y evitar manejar el volante con brusquedad.
Restricciones por carretera
La DGT clasifica a través de cuatro colores los niveles de alerta de nieve (verde, amarillo, rojo y negro), estos determinan la cantidad que hay sobre el asfalto y marcan cómo y qué vehículos pueden circular de forma segura y cuáles deben buscar un lugar de estacionamiento hasta que las condiciones mejoren. Para no quedarse varado en la vía, es necesario conocerlos (abajo las indicamos) y las limitaciones que le corresponden a cada uno.
El verde permite la movilidad a todo tipo de automóviles, mientras que el negro veta por completo el tráfico. Por otro lado, solo es obligatorio el uso de cadenas en los dos últimos grados. No obstante, todos tienen sus limitaciones, ya sea la velocidad máxima o ciertas maniobras, además de determinadas exigencias.
Para evitar estas situaciones, Tráfico cuenta con un mapa en su página web, donde muestra en tiempo real cualquier incidencia como accidentes o atascos, pero también alertas meteorológicas o tramos cortados por desprendimientos. Aunque la fuente más fiable para saber el tiempo que hará en tu destino es la Aemet.
La importancia de un buen mantenimiento
Otro aspecto a tener en cuenta cuando nos encontramos con grandes heladas es cómo mantener nuestro vehículo a salvo de estas. El principal problema se genera en el parabrisas, el cual se congela fácilmente. Para evitar que esto ocurra, la DGT recomienda cubrirlo con un plástico o una manta, el que se elija deberá situarse en la parte exterior y sujetarlo con las puertas delanteras. Es recomendable evitar el uso del cartón, pues este se humedecerá, se acabará deshaciendo y, finalmente, se pegará al cristal.
En caso de que este se hubiera congelado, se pueden aplicar estos consejos: arrancar el motor, conectar la calefacción con el ventilador al máximo y dirigir el flujo del aire hacia la luna, usar un producto anticongelante, rociar el parabrisas con alcohol, o rascar el hielo con una espátula de goma (evitar objetos punzantes que puedan rallar el cristal). De ninguna manera se deberá usar agua caliente, pues este lo resquebrajaría; ni accionar el limpiaparabrisas, pues podrían estar en el mismo estado y romperse (o, símplemente, dañar los filamentos de las escobillas). Tampoco es recomendable echar sal, pues no descongela (y podría afectar a la carrocería con óxidos).
Mientras que si es la puerta la afectada, hay que tener en cuenta que nunca se debe forzar porque se puede dañar. Si la capa de hielo es fina, un empujón firme y seco, será suficiente para lograr su apertura, pero hay que evitar los portazos. Es necesario resaltar que hay que retirar el hielo de los faros. Aquellos coches que tengan luces halógenas, solo han de encender las ópticas. Pero en el caso de los nuevos, se deberá retirar con las manos o una rasqueta.
