En un momento en el que las berlinas han dejado su hueco en los catálogos a los SUV, BYD, una de las primeras firmas de origen chino que han apostado por nuestro mercado, lanza el Seal. Se presenta con unas dimensiones de 4.800 mm de largo, 1.875 de ancho y 1.460 de alto, mientras su batalla alcanza los 2.920 mm y sus llantas, las 19 pulgadas.
Su imagen es de estilo minimalista, aunque sus diseñadores se han inspirado en el mundo de la competición (el paso de aire inferior en el frontal) y la naturaleza (los grupos ópticos traseros recrean unas gotas de agua así como diversos detalles del habitáculo) fruto del lenguaje Ocean Aesthetics, con lo que obtiene un coeficiente aerodinámico de 0,219 Cx. Buena parte se debe a la caída del techo a partir del pilar B que le dota de una mayor deportividad.
Se asienta sobre la plataforma e-Platform 3.0, que incluye la Blade Battery con tecnología Cell-To-Body y permite que sus 172 finas baterías se integren en el chasis consiguiendo una mayor estabilidad térmica (ofrece una respuesta óptima entre los -30º y los 60º). Su tamaño es de 82,5 kWh y admite cargas de hasta 150 kW, para pasar del 30% al 80% en solo 26 minutos.
Acabados de primer nivel
Su interior ha sido estudiado de forma minuciosa para conferirle esa sensación de calidad que lo integre de forma definitiva en el segmento premium. Así, si bien la tecnología está presente con dos pantallas, una de 10,25 pulgadas que hace de instrumentación, y una segunda giratoria de 15,6 pulgadas (como empieza a ser habitual en la firma asiática) para el infoentretenimiento, también ha puesto un especial énfasis en los materiales que configuran tanto el salpicadero como los asientos, calefactables de fábrica, lo mismo que el techo solar.
Pero no solo puede presumir de habitáculo, también de seguridad, pues entre en el listado de sistemas encargados de elevar al nivel 2 de conducción autónoma al BYD Seal, se encuentra el de frenada automática de emergencia, control de crucero adaptativo inteligente, sistema predictivo de colisión, alerta de colisión trasera, aviso de tráfico transversal, tanto delantero como trasero, o asistente de mantenimiento y de cambio de carril. De ello se encargan cinco radares, seis sistemas de ultrasonidos y una cámara HD. A su vez, añade un dispositivo de amortiguación inteligente iTAC para una mejor respuesta ante las imperfecciones del asfalto.
El Seal llega con dos niveles de acabados, Design y Excellence, la opción de tracción trasera o total, y dos niveles de potencia, el primero con un motor alojado sobre el eje trasero de 230 kW (313 CV) y el segundo con un nuevo propulsor sobre el eje delantero de 160 kW (215 CV) para un total de 530 CV. En ambos casos está unido a la misma batería de 82,5 kW, de manera que en la primera variante logra una autonomía de 570 km y en la segunda, de 520 km.
Desde 46.990 euros (sin ayudas)
En cuanto a los precios, con el paquete Design parte de 46.990 euros (se podrían quedar en 36.990 contando con promociones y ayudas estatales) y el Excellence se eleva a 48.990 euros (40.780). Por último, para evitar suspicacias, la berlina llega acompañada de una garantía de seis años, que se eleva a ocho en la batería (o 200.000 km).
En cuanto a la conducción, es un excelente rutero, por momentos con una suspensión algo dura y una aceleración que parece quedar corta ante la importante potencia que despliega, quizás porque se ha priorizado la suavidad en la conducción a la agresividad. Sin embargo, su respuesta es óptima en todo momento.
Y, a pesar de que faltan detalles por pulir del sistema de infoentretenimiento, los menús y submenús son intuitivos y, para mayor facilidad durante la conducción, quedan fuera algunos mandos de uso habitual como el equipo de audio, el aire acondicionado o los modos de conducción.
