El director general de Skoda España, Fidel Jiménez de Parga, ha señalado que la red de concesionarios de la marca checa finalizará este año, previsiblemente, con una rentabilidad media récord del 3,3%, con un saldo de beneficio antes de impuestos de 400.000 euros por distribuidor; unas cifras que suponen encadenar por segundo ejercicio consecutivo un resultado histórico, después del 3% de 2022 que deparó 330.000 euros de ganancias.
El directivo, que participó en un encuentro con prensa para hacer balance de este curso y exponer las perspectivas de futuro, explicó que estos números negros se consolidarán con un volumen de matriculaciones inédito para el fabricante en nuestro país de más de 30.000 automóviles, lo que supondrá un crecimiento de más del 30% en un mercado que repuntará en torno a un 15%, hasta 925.000-930.000 entregas.
Esta cuantía de operaciones nunca vista supera el anterior máximo de la firma que databa de 2018, cuando en España se contabilizaron en total 1,3 millones de coches, es decir, ahora se supera ese hito comercial con un balance comercial casi un tercio más reducido.
Con las transacciones proyectadas de VN, la enseña espera culminar diciembre con una cuota de alrededor del «3,5%», frente al 3,2% que se anota hasta el 10 de noviembre, según datos de Autoinfor. Si consigue ese peso, habrá avanzado seis décimas respecto al 2,9% que cosechó el curso precedente.
Gran ambición de Skoda para el futuro
La hoja de ruta de Skoda en España tiene en su seno un objetivo muy ambicioso de crecimiento de alcanzar una cuota del 5% «a medio plazo» —en el encuentro con prensa el año pasado se estipuló la meta hasta 2027—, lo que le permitiría entrar en el top 10 de constructores. Ese reto se enmarca considerando que en Europa la checa se anota una penetración del 5,5%. Así, Jiménez de Parga se mostró convencido de poder hacerlo realidad «por producto, red de concesionarios disponible y estrategia en flotas».
De cara a 2024, contemplando como Anfac unas ventas de poco más de un millón de turismos (+7%), la enseña aspira a entregar 40.000 unidades, con un peso del 4%. No obstante, dicho volumen no será fácil que se sume, toda vez que existen muchas incertidumbres de que el mercado vaya a evolucionar de esa forma. «Existe preocupación en la red, que no ve una demanda mayor», sostuvo el director general, que, pese a reconocer su optimismo, precisó que en las marcas del grupo el tráfico de clientes y la generación de pedidos no está experimentando en los últimos meses un ritmo que invite a pensar en el crecimiento previsto.
A tenor de las expectativas de negocio del próximo ejercicio, el directivo indicó que las ganancias medias de los distribuidores, con todas las prevenciones posibles del actual entorno incierto, deberían esar nuevamente por encima del 3%.