Un estudio de Ganvam, tras analizar la categoría 451 de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas de España (código CNAE 451), señala que en España había un total de 6.839 empresas dedicadas a la venta de vehículos nuevos y usados al cierre de 2022, lo que supone una reducción del 1,64% frente a las 6.953 de 2018.
Sin embargo, aunque no haya cambiado en exceso el número, sí que lo ha hecho la radiografía del sector pues las compañías con más de 250 empleados han pasado de tres a 39 en el mismo periodo, creciendo un llamativo 1.300%. También resalta que las micropymes, las entidades con uno o dos empleados —algo que se puede considerar autoempleo— han subido un 12,66%, evolucionando de 3.681 a 4.149, algo que, según la misma asociación, revela un mundo altamente atomizado donde el 75% de las firmas tienen menos de cinco participantes y donde las que superan los 50 asalariados apenas componen el 4% del tejido empresarial.
En cuanto a las empresas de tamaño medio, las que emplean a entre 20 y 49 personas, han descendido un 44,18%.
Retos difícil de asumir para compañías pequeñas
Una vez puestas en valor estas cifras, el director general de Ganvam, Fernando Miguélez, señaló que, «si bien los procesos de concentración son imparables, todos los empresarios, con independencia de su tamaño y del músculo financiero que tengan, asumen los mismos desafíos para hacer frente a la transformación digital y ecológica; pero son, sobre todo, los pequeños y medianos empresarios los que generan el grueso de los 350.000 empleos directos que crea el sector».
Ante esto, solicita «estabilidad política» y que «la distribución forme parte de su agenda». Y, concluye: «Una verdadera estrategia de transformación debe tener en cuenta a todo el ecosistema de la automoción y no solo a la parte industrial».
