El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acudió el pasado martes 26 de septiembre a los piquetes de los trabajadores del sector de la automoción en Michigan, en la factoría de Belleville de General Motors, y apoyó sus exigencias salariales, respaldando que luchen por una revalorización del 40% —en un inicio el sindicato UAW pedía subir el 45% y después rebajó las exigencias al 36%— y afirmando que merecen «mucho más» de lo que reciben.
Se trata de una visita inédita, ya que nunca en la historia moderna se había presentado un presidente de EEUU para sumarse a las reivindicaciones de los huelguistas. Y es que las elecciones presidenciales de 2024 están cerca y la industria automotriz es un importante motor de crecimiento, lo que pone de manifiesto la relevancia de ganarse la simpatía de los empleados.
Por esto mismo, no fue el único político que se acercó a empatizar con los trabajadores del Big 3. El candidato republicano Donald Trump también se personó en una fábrica, al día siguiente. El expresidente eligió, igualmente, Michigan para dirigirse a los operarios, pero fue en la compañía no sindicalizada Drake Enterprises. Allí, atribuyó los problemas de la automoción al coche eléctrico y prometió poner fin a su impulso por parte del Gobierno si es elegido.
Hasta la fecha, el UAW no ha respaldado a ninguno de los candidatos presidenciales.
Más centros se unen a los piquetes de la UAW
El sindicato había anunciado que se extenderían los paros a otras fábricas de no producirse progresos en las negociaciones con las Big 3, poniendo como fecha límite el pasado viernes 22 de septiembre. Así sucedió en el caso de General Motors y Stellantis, cuyos trabajadores en 38 centros de distribución de repuestos de ambas empresas también interrumpieron su actividad. En total, se contabilizaban en 18.300 las personas en huelga.
No pasó igual con Ford, cuyos avances en las últimas horas de tregua evitaron, de forma temporal, nuevas medidas de presión. Sin embargo, la semana siguiente, el 29 de septiembre, el líder sindical Shawn Fain anunció que una planta de General Motors de Lansing (Michigan), y la de ensamblaje de Ford en Chicago se unirían a los piquetes de la UAW. Estas emplean a 7.000 trabajadores y fabrican el Chevrolet Traverse, el Buick Enclave, el Ford Explorer y el Lincoln Aviator y, en total, se eleva la cifra total de huelguistas a 25.000, el 17% de los miembros del UAW de este sector.
Por su parte, GM ha denunciado…
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