Alfa Romeo, firma que sedujo a los aficionados al motor gracias a siluetas cupés, deportivas y berlinas, en 2017 lanzó el Stelvio, su primer SUV, una senda que le llevó a indagar nuevos perfiles, pero siempre con las cualidades que lo han situado como uno de los emblemas con más seguidores: la deportividad, las prestaciones y, sobre todo, las sensaciones. Se presenta con una importante dotación tecnológica y unas mecánicas que lucen importantes registros y adonde también ha llegado la electrificación para sumar caballos, al mismo tiempo que reduce el impacto medioambiental. De hecho, la transalpina será la que de forma más rápida complete el salto a las cero emisiones, pues en 2027 promete abandonar los propulsores térmicos.
Esta metamorfosis, que continuó el Tonale el pasado curso, no ha supuesto una renuncia a la identidad, sino una evolución que le ha llevado a conquistar nuevas generaciones de alfistas, amantes del estilo tradicional de la casa italiana. El SUV de tamaño compacto apenas lleva un año en el mercado y ya ha sabido hacerse un hueco en el segmento premium. Se dispone, con unas líneas refinadas, de un frontal enérgico, donde a la clásica calandra con forma de triángulo invertido se suman las conocidas ópticas tradicionales en Alfa Romeo que se estructuran de manera cada vez más fina y con unos led con una firma muy personal, característica que también se observa en una trasera con un conjunto lumínico muy reconocible.
Su interior se muestra amplio, con altos niveles de calidad y un importante arsenal tecnológico con unas pantallas digitales de 22,5 pulgadas (una de 12,3 para la instrumentación y otra táctil de 10,25 para el infoentretenimiento). Junto a esto, nuevos sistemas ADAS le sitúan en el nivel 2 de conducción autónoma.
En cuanto al equipamiento, llega con cuatro variantes (Super, Sprint, Veloce y Ti), así como cuatro opciones mecánicas: una diésel de 1,6 litros y 130 CV; dos microhíbridas, ambas de 1,5 litros y 130 o 160 CV; y una última híbrida enchufable, que une un gasolina MultiAir de 180 CV y otro eléctrico de 90 kW (120 CV) para, juntos, responder con 280 CV. Además, puede circular a un máximo de 135 CV sin emisiones y hasta 80 km entre cargas en ciclo urbano.
Más tecnología para el Stelvio
Fue el encargado de iniciar esta nueva era y, en su última actualización, el Stelvio dio continuidad a la imagen que ya conocíamos pero afinando ciertos aspectos. Lo más reciente han sido unos retoques en la calandra y los grupos ópticos, además de nuevas incorporaciones al catálogo de sistemas tecnológicos, como es el cargador inalámbrico, la cámara de visión trasera, los sensores de aparcamiento o el control de crucero activo.
Asimismo, ha reconfigurado los acabados: ahora se puede elegir entre Super, Sprint, Competizione, Ti y Veloce, al que se añade el Quadrifoglio, mientras que entre los motores se distingue un gasolina 2.0 Turbo de 280 CV y dos diésel, ambos de 2,2 litros, el primero JTDM de 160 CV y el segundo Turbo, de 210 CV. Categoría aparte merece el gasolina 2.9 V6 Biturbo de 280 CV del Quadrifoglio, que afinó Ferrari.
