El 14 de septiembre de este año vencen los contratos del sector de la automoción estadounidense y ya han comenzado las negociaciones entre los fabricantes de automóviles y los líderes sindicales para acordar nuevos convenios colectivos. Para ello, a mediados de julio tuvieron lugar sendas reuniones entre United Auto Workers (UAW) y Stellantis, Ford y General Motors (GM).
Esta última empresa expresó ayer, a través de un comunicado, críticas a las pretensiones de los representantes de los trabajadores, por considerar que su «amplitud y alcance (…) amenazarían nuestra capacidad de lograr beneficio a largo plazo del equipo». Por ello, abogaron por un punto intermedio, a través de «un acuerdo justo que recompense a nuestros empleados y también permita mantener nuestro impulso ahora y en el futuro».
A pesar de ello, la compañía da por hecho que tendrá que hacer frente a un aumento de los salarios y está dispuesta a ello, ya que considera a su equipo de fabricación su «ventaja competitiva». «Hemos invertido decenas de miles de millones de dólares en el futuro de la automoción en Estados Unidos para crear un futuro a largo plazo, tanto para GM como para los miembros de nuestro equipo», aseveraron, además de añadir: «Creemos que es importante proteger la manufactura y los empleos en una industria que está dominada por la competencia no sindicalizada».
Sin embargo, desde Stellantis consideraron su encuentro con el comité de negociación como «muy productivo» y aseguraron que revisarían las solicitudes del sindicato para buscar un «terreno común» entre estas y las propuestas de la compañía.
Por su parte, Ford dijo que esperaba «trabajar con UAW para lograr soluciones creativas durante un periodo dramáticamente cambiante para la industria, que necesita más que nunca una fuerza laboral calificada y competitiva».
Posibles huelgas
Los proveedores prevén dificultades en el proceso de negociación y ya se preparan para un posible paro laboral el próximo mes, que, dependiendo de su duración, podría resultar en pérdidas de millones de dólares, según informa Automotive News. Por ello, han ajustado el gasto y han incluido mermas potenciales en los pronósticos para la segunda mitad del año.
Aumento salarial de más del 40%
Entre las peticiones del sindicato a los tres fabricantes de automóviles de Detroit se encuentra la subida de los salarios en más de un 40% para la fuerza laboral, según Reuters. Esto incluiría el aumento directo del 20% tras la ratificación, seguido de incrementos del 5% cada año durante los cuatro que duraría el contrato. Se trata de exigencias significativamente mayores que en 2019, cuando se lograron dos crecimientos del 3% más dos pagos globales del 4% en el transcurso del acuerdo.
De esta manera, Shawn Fain, presidente de UAW, considera que los empleados podrán hacer frente a la inflación, que subió casi un 20%. Además, afirmó que «los directores ejecutivos de los tres grandes han disfrutado de un aumento del 40% de media en su salario en promedio, por lo que no creo que sea pedir mucho que nuestros trabajadores pidan su parte equitativa»; ya que, «cuando se trata del pago [de los CEO] y cómo son tratados, la competencia no importa».
Otras peticiones que la organización habría trasladado a las compañías serían: la restauración de las pensiones y atención médica para los jubilados, un «plan de protección de la familia trabajadora» (que continuaría pagando a los trabajadores si fueran despedidos), hacer fijos a todos los trabajadores discontinuos junto con nuevos límites a la temporalidad y eliminar el sistema por el que los nuevos empleados ganan un 25% menos que los veteranos. Además, Fain expresó su apoyo a una semana laboral de 32 horas.
El líder sindical, en comentarios de Facebook Live, calificó las demandas como «la lista de propuestas más audaz y ambiciosa que han visto en décadas».
