La infraestructura de carga para vehículo eléctrico operativa en España ha alcanzado los 25.106 puntos públicos, lo que supone 3.533 más que los 21.573 que había a finales de 2022, según los datos facilitadas hoy por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).
De este incremento, 1.319 corresponden a los de 22 kW, situándose en las 8.619 unidades, con las que ya se han convertido en el grupo mayoritario, con un 34,33% del total. Así, superan las 8.376 (+763) de los potencia inferior a esta cifra.
Otro de los segmentos que más creció fue el de entre 22 y 50 kW, que lo hizo en 1.100 enchufes, hasta los 6.467. El intervalo de más de 50 y 250 subieron 219, con 1.203 unidades. Por último, ya hay 441 por encima de los 250 kW, 132 más que hace seis meses.
Además, Aedive, que reivindica sus datos al haberlos logrado con el ecosistema de los operadores de carga, estima que, a 30 de junio, había alrededor de 6.800 puntos que están a la espera de tramitación de requisitos regulatorios, por lo que no están en servicio. Esta cifra supone una mejora sobre las 7.400 que estaban pendientes en diciembre del ejercicio anterior.
Si se tienen en cuenta los puntos operativos y los que están pendientes de gestiones burocráticas, la asociación que dirige Arturo Pérez de Lucia destaca que el parque de cargadores español ha crecido en unas mil unidades cada mes. La entidad destaca que este ritmo no es suficiente para cumplir con los objetivos de nuestro país en materia de movilidad eléctrica.
Un 5,7% de uso de los puntos
Por último, la infraestructura se utiliza una media de un 5,7%, lo que supone 1,5 puntos más que el 4,2% que se relataba en diciembre de 2022, aunque varía en función de la zona en la que esté ubicado y la potencia de los mismos.
Así, la entidad recuerda que la mayor parte de las cargas se ejecutan en casa o en el trabajo y estima que el número de puntos y su distribución son adecuados para el parque de vehículos eléctricos actual.
