El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció el 11 de mayo, durante un discurso en el Palacio del Elíseo, su estrategia para acelerar la reindustrialización del país. Entre las principales medidas señaladas, el mandatario destacó su propósito de «reformar los criterios de atribución de las primas» para la compra de coches eléctricos «para tener más en cuenta la huella de carbono de la producción del vehículo», lo que
se traducirá en un «apoyo a las baterías y los modelos producidos en Europa».
Macron consideró esta iniciativa como una manera de «no utilizar el dinero de los contribuyentes franceses para acelerar la industrialización no europea». También informó de que la misma lógica se aplicará a los concursos públicos, que tendrán que tener en cuentacriterios medioambientales «para los productos clave de la descarbonización», como los aerogeneradores y las bombas de calor, a partir de julio de 2024 y no en 2026, como se tenía previsto.
Un día después de la declaración del mandatario galo, el grupo taiwanés Prologium anunció que se decantaba por la ciudad francesa de Dunkerque como sede para su segunda gigafactoría de baterías a gran escala. Según ha informado la agencia Reuters, la planta iniciará su actividad a principios de 2026, y se convertirá enla cuarta fábrica de acumuladores del país. La empresa invertirá 5.200 millones de euros, y producirá estos componentes para cientos de miles de coches cuando esté a pleno rendimiento. Estas operaciones llevadas a cabo por Francia constituyen una ...
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