El Grupo Renault suma con The Future Is Neutral una compañía más a la corporación, en este caso encargada de gestionar todas las operaciones relativas a la cadena de valor de la economía circular. El objetivo es triplicar los ingresos desde los 750 millones que representó este ámbito en 2021 hasta superar los 2.300 millones de euros en 2030, con un objetivo intermedio de 1.500 millones en 2025. Además, ambiciona cuadriplicar el margen operativo hasta más del 10% al final de la década.
La hoja de ruta también contempla duplicar las áreas de negocio, pasando de las tres actuales —reciclaje de chatarra, revalorización de end-of-life vehicles (ELV) o vehículos al final de su vida útil y ciclo cerrado de materiales posconsumo— a seis —economía circular de piezas, reciclaje de baterías y servicios de consultoría y formación—.
La nueva entidad aunará la experiencia industrial y tecnológica y los activos del fabricante con sus subsidiarias: Gaia, filial propiedad de Renault al 100% dedicada al reciclaje; Indra, una joint venture junto a Suez Environment especializada en el tratamiento de ELV; Boone Comenor, otra alianza con el mismo socio para el tratamiento de desechos metálicos; y el ecosistema de Refactory.
«Su misión es ofrecer a una industria que se enfrenta al cambio climático, las regulaciones y la creciente presión sobre los recursos soluciones de ciclo cerrado. Nuestra ambición es llevar el reciclaje a una nueva era y ser líderes europeos en economía circular automovilística», valoró el CEO del Grupo Renault, Luca de Meo.
Un llamamiento a toda la industria
En la conferencia de presentación, De Meo comenzó recordando el peso de la industria automovilística en el consumo de ciertos recursos minerales. Además, añadió que la electrificación —en 2030 proyectan una cuota de cero emisiones de en torno al 55%— aumentaría esa presión sobre materiales como el litio (un 70% más), el cobalto (53%) o el níquel (40%).
Por ello, hizo hincapié en que The Future Is Neutral está al servicio de todo el sector, incluyendo otros fabricantes, proveedores, empresas y particulares. Así, ofrecerán servicios de consultoría y formación especializada en economía circular, abriendo un campus específico dentro de la Refactory de Flins. En él, esperan haber entrenado en 2025 a 4.000 personas, con una inversión de 20 millones.
Asimismo, el Grupo Renault cifra en 11 millones los coches que cada año alcanzan el final de su vida útil. De recibir el tratamiento adecuado, permitirían obtener el acero suficiente para ocho millones de unidades nuevas y el cobre y el plástico para cinco millones. Sin embargo, la corporación gala estima que solo entre un 20% y un 30% de cada vehículo procede de materiales reciclados.
«En el sector automovilístico, el primer recurso desaprovechado es el propio coche. The Future Is Neutral tiene la experiencia necesaria para convertir esto en nuevas palancas de crecimiento, impulsando la neutralidad de los recursos y extrayendo de cada vehículo la mayor cantidad de materiales posibles para fabricar otro», explicó el vicepresidente de Economía Circular del fabricante y CEO de la recién creada entidad, Jean-Philippe Bahuaud.
Ecosistema transversal
La propuesta de The Future Is Neutral abarca todo el ciclo de vida de cada modelo, desde los recursos que lo componen hasta su tratamiento una vez deja de poder usarse, para cubrir el 90% en 2030.
Así, Gaia trabajará en el abastecimiento de materiales de ciclo cerrado. Por su parte, se buscarán socios para el reciclaje de la chatarra resultante de la producción. En la fase de uso de un coche se extenderá su vida útil mediante la refabricación de piezas que lleva a cabo el ecosistema Refactory, que tiene una sede en Sevilla que ya comenzó estas operaciones.
Finalmente, una vez el vehículo llega al final de su vida útil, se procederá a su reciclaje, de la mano de Indra, y del de sus baterías, para lo cual sumarán la ayuda de Verkor y buscan más socios. Además, Mobilize, la división de servicios de movilidad del grupo, se beneficiará de estos acumuladores renovados para su gama.
Para conseguir estos objetivos e impulsar este modelo de negocio, Bahuaud anticipó una inversión de 500 millones de euros de aquí al final del decenio. Por ello, esperan obtener parte de estos fondos de accionistas externos, a los que ofrecerán una porción minoritaria de la firma según «su disposición y habilidad para ayudar a que la economía circular alcance el lugar que merece en la industria automovilística».