La start-up de conducción autónoma Argo AI llamó en sus inicios la atención de Ford, que entró al accionariado en 2017. Como parte de la alianza del fabricante con el Grupo Volkswagen, en 2020 fue el turno de la germana de invertir en la misma. Ahora, tras el anuncio de la salida de la estadounidense, la alemana ha confirmado que no continuará sin su socio, por lo que la pérdida de sus principales propietarios y la ausencia de otros nuevos aboca a la firma tecnológica a su cierre, según apunta TechCrunch. La plantilla, de más de 2.000 personas, será en parte reubicada entre Ford y VW, aunque sin concretarse números.
Ambas corporaciones, cuya colaboración en otras áreas no se verá afectada, habían aportado la mayoría de los 3.600 millones de dólares que Argo AI obtuvo de inversores desde su nacimiento en 2016. La del óvalo abandona el proyecto ya que, según su CEO, Jim Farley, «la conducción autónoma plena, rentable y a escala está muy lejos, y no tenemos que crear esa tecnología nosotros». La compañía estimó que tardaría aún más de cinco años en comenzar a recuperar dinero, y que hasta entonces tendría que gastar miles de millones más, por lo que destinarán sus esfuerzos a tecnologías de asistencia a la conducción.
Por su parte, el Grupo VW no abandonará el campo de la conducción autónoma a través de su unidad de software, Cariad, y sus acuerdos en este ámbito con Bosch y, más recientemente, con la china Horizon Robotics, con la que han establecido una joint venture previa con una inversión de 2.000 millones de euros, en la que ostentan el 60% del capital. Además, mantiene su proyecto de lanzar…
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