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Ford adjudica a Almussafes la plataforma para fabricar coches eléctricos

La factoría valenciana de Almussafes competía con la alemana de Saarlouis para la asignación de la plataforma para coches eléctricos GE2. Su industrialización en las instalaciones españolas supondrá que produzcan dos modelos cero emisiones a partir de 2025, y así tengan garantizado su futuro a largo plazo.

Ford Almussafes
Las instalaciones de Ford en Almussafes cuentan con una planta de montaje de vehículos y otra de motores.

La dirección de Ford Europa ha decidido que la fábrica de Almussafes (Valencia) se adjudique la industrialización de la plataforma de vehículos eléctricos GE-2, que supondría garantizar el futuro de la planta a largo plazo, gracias a la producción de dos nuevos modelos cero emisiones a partir de 2025, según han confirmado a La Tribuna de Automoción varias fuentes del sector conocedoras de los planes de la firma norteamericana.

La asignación, en la que las instalaciones españolas competían con las alemanas de Saarlouis, ha sido oficializada esta mañana por la compañía en una Comisión Consultiva a la que han convocado al Comité de Empresa a las 12:15 para trasladar, como reza en asunto de la reunión, “Información relevante de Ford España”.

Tras el encuentro, la marca ha publicado un boletín interno para la plantilla, firmado por el director, Dionisio Campos, en el que confirma que Almussafes ha sido la elegida, después de que el grupo haya realizado durante los últimos meses una exhaustiva evaluación de los dos candidatos analizando “datos estratégicos, técnicos y financieros”.

En dicha comunicación, en la que solo se habla de concesión de la nueva arquitectura, el responsable añade que por delante hay “mucho trabajo por hacer para asegurar la viabilidad financiera que nos permita producir vehículos eléctricos”. “Desde ya debemos trabajar con sentido de urgencia, junto con la representación social, administraciones nacionales y regionales, en definir los pasos necesarios para asegurar una transición efectiva del modelo productivo actual a uno nuevo basado en el vehículo eléctrico conectado”, sentenció. Sobre este proceso, un hito sustancial serán las ayudas que pueda recibir la enseña para el proyecto que registró en el Perte.

Para que se materialicen las inversiones, que esta publicación adelantó en su edición de la segunda quincena de febrero que superarán los 1.000 millones de euros, ha sido determinante el Acuerdo por la Electrificación que, finalmente, firmó en solitario UGT con la dirección europea del constructor el pasado 27 de enero y que, posteriormente, su contenido se incluyó en el XVIII convenio colectivo que se suscribió el 13 de abril.

Los dos coches que producirá Almussafes serán grandes, del segmento C, a partir de la mencionada plataforma GE-2, que es una evolución de la GE-1, sobre la que se ha desarrollado el Mustang Mach-E, de acuerdo con fuentes del sector.

Una vez que el centro alemán de Saarlouis no ha sido el elegido para el proyecto, la marca ha trasladado a este último que va a buscarle alternativas de futuro —solo ensambla el Focus, que tendría como fecha de caducidad 2025 en su actual versión—, y es que, como indicó el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, en un mensaje a los trabajadores el 3 mayo, la decisión no implicará el cierre de la otra factoría. “Estamos buscando activamente futuras oportunidades para la planta que no sea seleccionada”, subrayó el ejecutivo.

La producción de Almussafes y su evolución futura

En estos momentos, Almussafes está produciendo el Kuga, la Transit y Tourneo Connect, el S-Max y el Galaxy, después de que el Mondeo saliese de las líneas de montaje a finales del pasado mes de marzo. Esta cartera de trabajo, no obstante, irá a menos durante los próximos dos años. En primer lugar, del segundo de los modelos, las unidades que se exportan a Europa —representan cerca de un 40% de su volumen anual— se empezarán a perder progresivamente a partir del último trimestre de 2022 hasta mediados de 2023, cuando su fabricación arrancará en la planta polaca de Poznan del Grupo VW, fruto de un acuerdo con Ford.

El resto de la producción de estas furgonetas, para el mercado norteamericano, permanecerá hasta inicios de 2024, momento en el que las instalaciones mexicanas de Hermosillo asumirán el proyecto. En torno a esas fechas, también se espera que salgan de Valencia el Galaxy y el S-Max, dos familiares que apenas acaparan el 5% de la cadencia.

En definitiva, la fábrica española se quedará solo con el Kuga, a la postre un coche que representa más de un 50% de la actividad, y que podría contar con una remodelación en 2025, según fuentes del sector.

Las instalaciones valencianas, no obstante, vivirán un impulso con la llegada de los vehículos eléctricos, que, como mínimo, garantizarían volúmenes para dos turnos. Esta inyección de producto, que supondrá una continuidad de al menos 15 años, se tendrá que acompañar, previsiblemente, de una reestructuración de la fuerza laboral, debido a que el ensamblaje de modelos cero emisiones supone menos horas de trabajo que los térmicos, híbridos o híbridos enchufables. Un escenario que, por ejemplo, ya se ha abordado en Seat, donde el fabricante ha alcanzado un acuerdo con UGT y CCOO para implementarlo sin medidas traumáticas.

Al respecto de estos cambios, UGT, que indica que el anuncio se trata de “una gran noticia para nuestra fábrica y su parque industrial por la que debemos felicitarnos todos”, detalla en un comunicado que la “profunda transformación hacia nuevas tecnologías y formas de fabricación deberá llevarse a cabo durante los próximos dos años hasta que se produzca el lanzamiento del primer vehículo eléctrico en 2025. […] Con el Acuerdo para la Electrificación como referencia, habrá que negociar cómo y cuándo se lleva a cabo, qué volumen de empleo se requerirá en el futuro y de qué manera se redimensionará la plantilla“, remacha la central.

El STM, por su parte, si bien ensalza la “satisfacción” por la asignación, puntualiza que Almussafes era merecedora de ella, como lo han demostrado los trabajadores “con la calidad de los productos que se han fabricado y por los beneficios que se han generado año tras año”. En este sentido, concluye que, para lograr las inversiones ,“los recortes que se han producido no eran necesarios” y así lo seguirán defendiendo.

Siguiendo esta misma línea argumental, CCOO, que da la enhorabuena a todos los empleados de Ford y las empresas auxiliares por “la dedicación, esfuerzo y sacrificio realizado, sobre todo estos últimos años tan difíciles”, comenta que el acuerdo firmado por el sindicato mayoritario era “totalmente innecesario” y que depara “un futuro en el cual vamos a sufrir una pérdida de poder adquisitivo brutal y una bajada de salario a partir de 2025″.

Motores, pendiente de alternativas de producto

Después de que ha quedado asegurado el futuro del centro de coches, por delante habría que buscar, a medio plazo, nuevas oportunidades al de motores, que, con una plantilla de más de 1.000 trabajadores, tiene carga de trabajo asegurada hasta 2030, con el propulsor 2.5 litros Duratec gasolina para modelos híbridos que se empezará a fabricar a finales del presente ejercicio y que fue adjudicado el 25 de marzo de 2021.

En ese año, al arranque de nueva década, Ford solo venderá en el Viejo Continente automóviles cero emisiones, por lo que Almussafes tendría que cambiar su porfolio si quiere seguir produciendo mecánicas. Actualmente, la factoría monta los Ecoboost 2.0 y 2.3 —el 90% se exporta a Norteamérica—, cuya cadencia se irá perdiendo progresivamente hasta al menos 2024; y aparte el bloque, también de benzina, GDI 2.0 —lo equipan las furgonetas Transit y Tourneo Connect—, que se empezó a hacer en mayo de 2021 y que permanecerá hasta el primer trimestre de dentro de dos cursos.

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