El Grupo VW descartará Seat Componentes para producir los motores eléctricos

El Grupo Volkswagen ha decidido que la producción de los motores eléctricos que montarán los coches urbanos cero emisiones que se fabricarán en las plantas de Martorell y Landaben a partir de 2025 y 2026, respectivamente, se lleve a cabo en las instalaciones húngaras de Audi en Györ y no en las de Seat Componentes en El Prat de Llobregat, según han confirmado a La Tribuna de Automoción fuentes del sector conocedoras de los planes industriales del consorcio germano.

Esta asignación todavía no se ha hecho oficial, pero en la sede de la marca española “ya se da por pérdida”, lo que supone un cambio de planes respecto a la idea inicial que manejaba el fabricante para su proyecto de convertir a España en un hub de electromovilidad . A priori, según las mismas fuentes, la comunicación podría tener lugar en “las próximas semanas de este mes de febrero”.

Este periódico ha contacto con Seat para confirmar la información y fuentes de la compañía han precisado que “la decisión sobre la planta de producción de los motores eléctricos de la plataforma de vehículos eléctricos urbanos no se ha tomado”. Asimismo, añaden que “el plan de electrificación de la compañía contempla la transformación de todas las plantas productivas en España”, no pudiendo “comentar detalles más concretos” sobre ella.

La posibilidad de que el centro catalán fuese descartado en la fabricación de estas mecánicas se la trasladaron con preocupación los sindicatos UGT y CCOO a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la visita que hizo a Martorell el pasado 27 de enero. En un comunicado conjunto, expresaron que, si se confirmase la elección de Hungría, iría “en contra de los objetivos del Perte, que pretende atraer la cadena de valor del vehículo eléctrico”. A su vez, reclamaron que “se busque una alternativa industrial (economía circular, ecosistema de la batería,…) que haga viable el centro de Seat Componentes y garantice el empleo”, que actualmente ronda los 1.000 trabajadores.

En la pugna por hacerse con la fabricación de las mecánicas eléctricas –este medio adelantó en su edición de agosto de 2021 que serían de 100 kW, con un potencial inicial de 500.000 unidades para superar el millón a finales de década–, la planta española estaba compitiendo, fundamentalmente, con una polaca que produce propulsores diésel, que también habría sido descartada y que tendría su futuro muy comprometido. No obstante, el Grupo VW dio entrada también a la de Audi en Györ en el proceso de presentación de ofertas, que, aparte de ensamblar vehículos, trabaja con motores.

Este último centro monta desde 2018 sistemas cero emisiones de 140 kW y ya está preparándose para liderar la producción en el grupo de la nueva generación de equipos para los coches de la plataforma PPE (Premium Platform Electric), desarrollada conjuntamente por Audi y Porsche. Según fuentes sectoriales, esta factoría habría ganado la partida a la española con una oferta de industrialización ligeramente más competitiva, por lo que en la decisión del consorcio, quizá, podría haber pesado el hecho de concentrar volúmenes en un solo centro, por delante de llevar esa actividad a España, que sería mejor en costes logísticos.

Nuevas piezas para Seat Componentes para tener alternativas a los motores eléctricos

Mientras llega la oficialización de la decisión, en Seat Componentes, especializada actualmente en la fabricación de cajas de cambios –hace la MQ281 y la MQ200–, ya se está trabajando en la búsqueda de algunas alternativas que sirvan para mitigar esta pérdida. Fuentes del sector apuntan a La Tribuna de Automoción que se estaría analizando asumir diferentes proyectos de piezas, por ejemplo, del sistema de frenos o incluso de asientos. No obstante, serían cargas de trabajo de “mucho menos valor”, que no servirían para garantizar toda la plantilla en el futuro, cuando la demanda de las transmisiones para vehículos de combustión disminuya sustancialmente a medida que vayan ganando peso los eléctricos.

El futuro de la factoría de El Prat de Llobregat será uno de los puntos que habrá que analizar en las negociaciones del nuevo convenio colectivo, en donde la clave será ver cómo afectará al empleo la implementación del proyecto de electromovilidad en los centros de trabajo. En la presentación de los resultados financieros de 2020, celebrado en marzo del año pasado, el CEO de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, señaló que “el objetivo es mantener los niveles de empleo que tenemos”, compensando la posible disminución de puestos en el montaje de coches –los modelos eléctricos adjudicados suponen menos horas de ensamblaje– “agregando más valor a la cadena” industrial, con el desarrollo de nuevas actividades.

La mesa negociadora ya se constituyó en diciembre y la primera reunión de contenido se celebrará el miércoles 9 de febrero. Los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, están trabajando para presentar una plataforma conjunta, de acuerdo con fuentes de estas organizaciones.

Entre los proyectos adicionales que generará la electromovilidad, el relativo al montaje de las baterías, que se había planificado inicialmente que se podría realizar en las instalaciones de chapa de Seat en la Zona Franca de Barcelona, parece que, finalmente, se le encargará a un proveedor externo, es decir, no servirá para desviar plantilla de la marca española, salvo un cambio de última hora en la orientación de los planes.