Una de las consecuencias imprevistas del Brexit ha desembocado en que dos tercios de las 5.500 gasolineras independientes inscritas en la Asociación de Estaciones de Servicio estén vacías, con las restantes «agotándose inminentemente», en palabras de la organización.
La crisis del petróleo se debe, en gran parte, a que unos 20.000 conductores de camiones con nacionalidades europeas se vieron forzados a salir de Reino Unido tras hacerse efectiva su escisión comunitaria, hace un año. Según la patronal de logística británica Road Haulage Association, el país tiene una carencia de 100.000 camioneros operando dentro de sus fronteras.
Unas de las primeras medidas de emergencia tomadas por el Gobierno de Boris Johnson fueron la de emitir visados de trabajo a 5.000 conductores extranjeros y suspender una ley de competencia que les prohibía distribuir combustible a empresas rivales; la emisión, de forma expresa, de 4.000 nuevos carnés —los exámenes se habían ralentizado por los protocolos sanitarios generados por el coronavirus—, y la solicitud a un millón de conductores que cuentan con el permiso pero no ejercen en el sector.
Reino Unido se enfrenta, de la manera más acuciante en su historia, a la escasez de mano de obra, con una tasa del desempleo en torno al 5% y un millón de vacantes entre junio y agosto, según la Oficina de Estadísticas Nacionales.
Esta falta de carburante se ha traducido en impactos en cadena en otros sectores, como las entregas a domicilio, taxis y servicios de emergencia. El Gabinete del Primer Ministro ha ordenado al ejército a actuar como distribuidores de gasolina a las estaciones de servicio, lo cual generó un pico en la demanda de los clientes por temor a la carestía y escenas de violencia entre surtidores.
Según la presidenta de las Cámaras de Comercio Británicas, Ruby McGregor-Smith, «las medidas de Johnson han sido como arrojar un dedal de agua a un incendio». A pesar de que la falta de conductores en Reino Unido no es una novedad, esta se ha visto acentuada por circunstancias adicionales a las ya mencionadas, como el aumento de la compra online, los salarios bajos o la falta de profesores especializados.
En lo que ha repercutido positivamente, en cambio, es en el interés de la población por los modelos cero emisiones. Según Autotrader, los concesionarios recibieron un lead cada 1,8 minutos a partir del 24 de septiembre, cuando se comenzó a notar por primera vez la escasez.